El primer café de la mañana

Diego Galdino , escritor y dueño de una cafetería en Roma,nos trae El primer café de a mañana, una novela que podríamos catalogarla dentro del género feel good, que son aquellas novelas que inspiran bienestar al leerlas.
Una novela narrada desde el punto de vista de Massimo, nuestro protagonista. Este treintañero dueño de una cafetería en el barrio del Trastevere, se levanta cada día y prepara unos delicoosos cafés a cada uno de sus clientes. La historia comienza con la muerte de María , una de sus clientas habituales. Pero la vida de Massimo comenzará a cambiar el día que aparezca una chica en la casa de la señora María. Asustado por si alguna intrusa se ha colado en la casa, irá para ver quien es y a partir del desafortunado encuentro con Geneviève sus vidas cambiaran.
¿que os puedo decir de esta novela?, ¿me ha gustado?, ¿ha sido una buena lectura? Pues siento decir que este libro no me ha terminado de convencer, con un ritmo inmensamente lento, con descripciones en demasía de lo que cada cliente toma y con una trama que ha podido dar mucho más de sí.
En este tipo de libros que catalogo como feel good ya sabes como acabará la relación de los dos protagonistas, pero eso es lo que esperas encontrar y que en este caso se ha cumplido, pero el desarrollo hasta llegar al final se me ha hecho lento y tedioso.
Los protagonistas me ha gustado, la trama también pero como os decía antes se ha podido sacar mucho más jugo a esta historia de amor.
En conclusión, un libro para pasar una tarde de domingo acompañado de un buen café. Ya sabeis que cada libro llega a cada lector de un modo diferente, así que os invito a leerlo y así lo podemos comentar.

Es un libro sencillo, lineal, sin pretensiones. Una historia de amor que se cuece a fuego medio dadas las circunstancias pero donde tampoco he conseguido ese enganche que suelen darme las novelas con romance. Una novela contemporánea muy al uso. Lo que pretenden ser misterios por resolver terminan por dejarte indiferente.
Con todo ello no quiero decir que sea una mala novela ni mucho menos, quiero decir que no es lo que esperaba o lo que necesitaba en este momento de mi vida lectora. Quizás esperaba algo más animado y que me dejara con el corazón calentito y no ha podido ser. Lo que sí me ha gustado mucho es que a pesar de lo que pueda quedar en una novela, ha respetado y mostrado el carácter y la forma de expresarse de un pueblo, como pretendía, haciendo hincapié en sus formas de hablar. No ha habido ningún personaje con el que pudiera sentir algo de empatía más allá de la que tienes hacia un desconocido de la calle aunque sí que es verdad que Dario me ha resultado acogedor.
Espero que la segunda parte El último café de la tarde sea más ameno y divertido.

Un libro bastante sencillo y fácil de leer, con la historia de un romance entre un hombre que administra un café en un barrio de Roma y una joven emigrante francesa.
Un libro cuya historia pasa sin pena ni gloria y absolutamente prescindible, lo mejor ciertos personajes secundarios que se dan a querer.
La historia más bien parece un pretexto del autor para hablar de la ciudad de Roma, por la cual parece tener una verdadera fascinación.
El otro tema al que el autor parece fascinar es el café, buena parte del libro gira en torno a la preparación de esta bebida.
En resumen un buen libro para los amantes del café, pero una historia que es intrascendente.