Cuando los adultos dicen: 'Los adolescentes piensan que son invencibles', con esa sonrisa mañosa y estúpida en sus rostros, no saben en lo correcto que están. Necesitamos no perder nunca la esperanza, porque nunca nos rompemos de modo irreparable. Pensamos que somos invencibles porque lo somos. No podemos nacer y no podemos morir. Como toda la energía, sólo podemos cambiar de formas, tamaños y manifestaciones. Ellos olvidan eso al envejecer. Temen perder y fracasar. Pero esa parte nuestra más grande que la suma de nuestras partes, no puede nacer y no puede morir, así que no puede fracasar.