Hace 16 años, Elizabeth era una entusiasta e inocente joven con ganas de explorar todos los rincones de la galaxia, de conocer nuevas especies y desentrañar los entresijos de su existencia, su cultura y su tecnología. Junto a un grupo de compañeros de la mano de la OUS, una organización universal encargada de buscar vida inteligente en otros planetas, llegará a Gaozu, un hermoso lugar con una salvaje naturaleza llena de tonos amarillos y negros. Sin embargo, esta misión le dejará una huella imborrable, una herida que aún ahora, tantos años después, la sigue atormentando: la OUS no era lo que parecía y esto tuvo terribles consecuencias. En la actualidad, Izzie, se gana la vida como basurera espacial, siendo la capitana de la Errante, una nave que comparte con un pintoresco grupo de personas, su tripulación. Hay muchas cosas que están bien en “Regreso a Gaozu”, empezando por esa sensación agradable que te acompaña durante toda la lectura. Para mí, podríamos catalogar esta novela como ciencia ficción cozy, ya que tiene ese aura especial que hace que sientas que estas leyendo algo familiar, algo que se siente como hogar y que siempre vas a disfrutar. La historia tiene ese encanto especial, que hace que su lectura se convierta en un viaje agradable, hacia un destino que aún no conoces, pero que sabes que te gustará. Y es algo que se nota desde las primeras páginas. Es muy bonito cuando te pasa eso en un primer acercamiento con una autora y es lo que me ha pasado con Isa J. González. Los personajes son, sin duda, una de las grandes virtudes de la novela. La autora logra crear personajes muy característicos, muy bien descritos y que transmiten verdad. Izzie es un personajazo lleno de matices y contradicciones, de esos llenos de claros y oscuros que hacen que te enamores de ella. Pero, pese a ser ella la gran protagonista, no impide que destaquen otros como Kimani o Dav. Me ha gustado mucho como la autora dota a los personajes de emociones y actitudes sin caer en los típicos clichés de la mujer es así, el hombre asá. Y esto puede parecer una tontería, pero a día de hoy, sigue siendo muy habitual, encontrar personajes siempre enmarcados en estos cánones, y los pocos personajes que escapan de ellos, lo hacen porque son la excepción. En “Regreso a Gaozu” esto no ocurre y lo valoro tremendamente. Además, estos personajes son muy diversos, y eso siempre es necesario. Como cualquier libro de ciencia ficción que se precie, en “Regreso a Gaozu” encontramos mucha crítica al ser humano, a como este no se conforma con compartir con otros, sino que necesita arrebatar, destruir, poseer todo lo se extiende ante sus ojos, exterminando a su paso todo tipo de vida. Me gusta mucho como la ciencia ficción consigue hablar tan bien del mundo real a través de mundos imaginarios. Pero pese a todas estas críticas, lo que más me ha sorprendido es el análisis tan potente que la autora hace sobre la maternidad y la exigencia que la sociedad impone a las mujeres en relación a esta, haciéndolas sentir culpables si no dejan su vida a un lado para abrazar solo su faceta de madre. Hay muchas reflexiones realmente interesantes que hace Izzie, sobre como no quería abandonarse a sí misma, costándole encontrar el punto medio entre ser madre y no perder su identidad. Estas reflexiones me han parecido acertadísimas. Creo que el único pero que le puedo poner es que el final me ha dejado con ganas de más, y hubiese preferido que fuese más extenso. He disfrutado mucho de esta novela, tanto que me da pena no saber más de sus personajes. Me encantaría seguir viviendo aventuras con los tripulantes de la Errante, seguir indagando en sus personalidades y las relaciones que se dan entre ellos. Son un grupo muy carismático y que daría, sin lugar a dudas, para muchas aventuras espaciales más. Ojalá la autora se animara en el futuro. Lo que tengo claro es que tengo que hacerme ya con la otra novela que tiene publicada Isa J. González. + Leer más |