Contra el viento del norte

Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente.

Seguiremos en contacto hasta que alguno se quede sin aliento o pierda las ganas. No creo que vaya a ser yo.

Es un poco más fácil gustarte a ti mismo cuando les gustas a los demás.

Hemos terminado porque nunca habíamos empezado.

Eres de esos hombres que solo pueden interesarse por una mujer al principio y al final: cuando quieren conquistarla y poco antes de perderla definitivamente.

Lo mejor de todo siempre era volver a empezar.