Segundo diario, de una serie de tres (El tiempo de la convalecencia, El tiempo de la improvisación, Tiempo de más) que el autor ideó como recopilación de los post que iba colgando en Facebook tras superar una grave depresión que lo mantuvo inactivo durante dos años. Alberto Giordano es profesor, pero también crítico literario y ensayista, por lo que su diario, fundamentalmente, gira en torno al mundo del libro. Exposiciones, presentaciones, librerías, recomendaciones, lecturas... Sus amigos también pertenecen a ese mundillo: editores, escritores, libreros, profesores. Uno de ellos, Juan, siente "aversión al uso de la primera persona autobiográfica y, sobre todo, a lo confesional"...yo también. Si el autor en este libro habla de los lectores de diarios (al parecer son muchos) yo no me cuento entre ellos, por eso, quizá, el libro no me ha gustado, es más, estaba deseando acabarlo. Admito que descubres la similitud que hay entre tu propia vida y la de otras personas, tan alejadas no sólo en el espacio sino en el tiempo, pero aún así es un estilo literario que no me llama la atención. ¿Qué puede encontrar el futuro lector entre sus páginas que yo no haya apreciado lo suficiente? Muchas referencias a escritores argentinos, infinidad de títulos, referencias musicales (le gusta La Oreja de van Gogh, y Silvia Pérez Cruz), frases de grandes filósofos o escritores (siente auténtica devoción por Roland Barthes, redescubre a Cioran, cita mucho a Gonzalo Millán), amor, miedo, angustia, infancia (las menciones paternas y maternas son constantes, así como los episodios traumáticos, divertidos, tiernos…) La relación con su hija, Emilia, aparenta ser complicada, como lo fue la que tuvo con su madre, se siente muy enamorado de su mujer, Judith, y la relación con su padre, al que su muerte dejó profundamente tocado, le acercó a su propio fin. La muerte como compañera de viaje siempre está presente. La depresión, los motivos que le llevaron a ella, se revelan en algunos de los post. Conocerle un poco más es sencillo, a través del Cuestionario Proust que aparece en las primeras páginas. En realidad Facebook sirve como desahogo literario que utiliza comentarios, a veces banales, para expresar emociones, relatos de vida, lo que en realidad siempre han significado los diarios (¿quién no ha escrito uno en su adolescencia?) El autor dejó de postear en mayo de 2018 porque ya contaba con material suficiente para escribir esta segunda entrega, cansado también, quizá, de lo que el mismo ha definido como “afición intrascendente”. + Leer más |