El tiempo de la improvisación de Alberto Giordano
Postear en Facebook, cuidando de la sintaxis y el tono, es al mismo tiempo una afición intrascendente, sujeta a los más absurdos malentendidos, y el acto en el que me comprometo con mayor seriedad en la mayoría de las jornadas. Así de idiota puede volverse la vida de un profesor de mediana edad.
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