Querido Miguel

“No quiero casarme contigo porque esa vez que te digo y otras muchas me has dado pena, y a mí me gustaría casarme con un hombre que no me diera pena, porque bastante tengo con la que me doy yo.”

“Para educar a otro, hay que tener un poco de confianza en uno mismo, tenerse por lo menos algo de simpatía.”

“Al llegar a cierta edad, los remordimientos los mojamos en el café del desayuno, como las galletas.”

Te deseo lo mejor, y espero que seas feliz, en caso de que la felicidad exista. Yo no creo que exista, pero hay otros que sí lo creen, y no sé por qué no van a tener razón los otros.

No es que yo me piense casar con él por el dinero, me caso con él por amor, pero me encanta que tenga tanto dinero.

¿Por qué, Dios mío, seguirán naciendo tantos niños, si la gente está harta y ya no los puede aguantar? Están demasiado vistos, los niños.

“Nos consolamos con nada, cuando ya no tenemos nada.”

“Lo importante es seguir andando y alejarse de las cosas que nos hacen llorar.”

“En este mundo nos pasamos la vida dándonos pena unos a otros.”