Perros

✒️«𝕮𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖛𝖎𝖛í𝖆 𝖊𝖓 𝕱𝖗𝖆𝖓𝖈𝖎𝖆, 𝖑𝖆 𝖌𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖒𝖊 𝖘𝖔𝖑í𝖆 𝖉𝖊𝖈𝖎𝖗: "𝕰𝖓 𝕮𝖔𝖗𝖊𝖆 𝖔𝖘 𝖈𝖔𝖒é𝖎𝖘 𝖆 𝖑𝖔𝖘 𝖕𝖊𝖗𝖗𝖔𝖘". 𝖄 𝖞𝖔 𝖑𝖊𝖘 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖊𝖘𝖙𝖆: "𝕻𝖚𝖊𝖘 𝖊𝖓 𝕱𝖗𝖆𝖓𝖈𝖎𝖆 𝖈𝖔𝖒é𝖎𝖘 𝖈𝖆𝖇𝖆𝖑𝖑𝖔𝖘, 𝖈𝖔𝖓𝖊𝖏𝖔𝖘, 𝖗𝖆𝖓𝖆𝖘 𝖞 𝖍𝖆𝖘𝖙𝖆 𝖈𝖆𝖗𝖆𝖈𝖔𝖑𝖊𝖘"».

🐾En esta 𝗲𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗻𝗼𝘃𝗲𝗹𝗮 𝗴𝗿á𝗳𝗶𝗰𝗮, una mujer de cuarenta y cinco años -trasunto de la autora-, nunca había consideró hacerse con un perro, aunque, finalmente, su marido y ella terminan adoptando dos. 𝗘𝘀𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗴𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝘂𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 de hábitos, e incluso de vida, ya que se mudan de la ciudad al campo, a una hora de Seúl. Adaptan sus trabajos a esta nueva forma de vida y sienten, por primera vez, cómo es la existencia de estos nobles animales.

🐾En un entorno rural -tan próximo y lejano de la urbe-, descubren las historias de los 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗮𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 por los los habitantes de la capital, también de 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗱𝗲𝗰𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗺𝗮𝗹𝘁𝗿𝗮𝘁𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗻𝘂𝗮𝗱𝗼, atrapados en jaulas y desnutridos. Incluso 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝘂𝗲ñ𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗰𝗿𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝘀𝗰𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗿𝗰𝗶𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 con el comprador de canes, para que estos sean cocinados.

✨️🅿🅴🆁🆁🅾🆂✨️ (RESERVOIR BOOKS, 2024), de ✨️🄺🄴🅄🄼 🅂🅄🄺 🄶🄴🄽🄳🅁🅈-🄺🄸🄼✨️ nos sitúa en 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮, con otras costumbres, pero en la que 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗿 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲𝗿 𝘃í𝗻𝗰𝘂𝗹𝗼𝘀, de todo tipo, tanto con otros humanos como con cualquier otra criatura que habite sobre la faz de la tierra. 𝗬 𝗾𝘂é 𝗰𝗿𝗶𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗺á𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗿𝗲í𝗯𝗹𝗲 𝘆 𝗹𝗲𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗹𝗼𝗰𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗷𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆, 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗺á𝘀, 𝗰𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗲𝗺𝗽𝗮𝘁í𝗮.De ser capaz de entregar amor. Y de recibirlo.

✒️«𝕰𝖓 𝖆𝖖𝖚𝖊𝖑 𝖒𝖔𝖒𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖞𝖔 𝖓𝖔 𝖘𝖆𝖇í𝖆 𝖍𝖆𝖘𝖙𝖆 𝖖𝖚é 𝖕𝖚𝖓𝖙𝖔 𝖑𝖔𝖘 𝖕𝖊𝖗𝖗𝖔𝖘 𝖘𝖊 𝖕𝖔𝖉í𝖆𝖓 𝖈𝖔𝖒𝖚𝖓𝖎𝖈𝖆𝖗 𝖈𝖔𝖓 𝖑𝖔𝖘 𝖍𝖚𝖒𝖆𝖓𝖔𝖘. 𝕹𝖎 𝖙𝖆𝖒𝖕𝖔𝖈𝖔 𝖊𝖗𝖆 𝖈𝖔𝖓𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖉𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖆𝖘 𝖈𝖚𝖑𝖙𝖚𝖗𝖆𝖘 𝖔 𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖇í𝖆𝖓 𝖈𝖆𝖒𝖇𝖎𝖆𝖗».
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La surcoreana Keum Suk Gendry-Kim me dejó sin palabras con su novela gráfica Hierba; más adelante, me encantó La espera, así que cuando vi esta nueva historia, Perros, no pude dejarla pasar.

La sensibilidad de la autora es un hecho, sus historias me habían dejado hasta ahora con un nudo en la garganta, así que con esta me esperaba algo similar. No digo que en esta no lo haya conseguido, pero es verdad que no tanto como las otras, quizás también porque yo me había montado una película y unas expectativas que no debería pero...

En Perros, aunque se nos cuenta la historia de una familia, los verdaderos protagonistas son los que dan título al libro, tanto los pertenecientes a la familia como los del lugar donde estos viven. Allí veremos, sobre todo, la dureza de la vida de algunos de ellos en el país, sobre todo por temas culturales.

Pero, como digo, quizás esperaba otro tipo de historia, más sentimental (realmente lo es, pero no me ha llegado lo que debería creo), ya que era a lo que me tenía acostumbrado la autora. Aún así lo he disfrutado, me ha enganchado y me lo leí prácticamente de una sentada.

Dejo alguna imagen del interior porque es una obra bellísima, como todas las suyas, el estilo es inconfundible. Os animo a leerlo y a sacar vuestras conclusiones. Yo seguiré confiando en sus historias, sin duda.

“Los animales de compañía sienten alegría y tristeza, y las comunican a los humanos. Para criarlos, uno debe amarlos con un fuerte sentido de la responsabilidad”
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Con «Hierba», Keum Suk Gendry-Kim retrató la cara más amarga del ser humano con la historia de Lee Ok-Sun, una joven coreana que durante la Guerra del Pacífico fue explotada sexualmente como mujer de consuelo. Esa novela gráfica me destrozó, me hizo sentir asco, rabia e impotencia por la maldad del ser humano.

Cuando vi entre las novedades editoriales «Perros», supe que lo necesitaba, aunque con cierto “miedo” a lo que se pudiese contar.
Pues ya os adelanto que es un libro apto para todas las personas que no soportamos ver el sufrimiento de los animales.

Sí, se retrata la realidad de los perros en Corea, y no, no es nada idílica, pero no se recrea en ello. El tema principal de esta novela gráfica es cómo la protagonista, que nunca consideró tener un perro, va cambiando su mirada y sus sentimientos hacia ellos. Es una novela sobre los vínculos afectivos con los animales, sobre la parte de la familia que tiene cuatro patas y de descubrimiento de un mundo que hasta entonces ni siquiera consideraba.

Lo que de entrada empezó siendo un matrimonio con un perro, acabó siendo una familia de dos personas y tres perros. Merece mucho la pena conocer cómo cada uno de ellos llegó a formar parte de la familia de la autora, y cómo las ideas sobre la familia y los perros van evolucionando.

Quiero hacer una mención especial para esas maravillosas fotos con las que disfruté conociendo a Zanahoria, Patata y Choco ❤

Es una historia que deja muy buen sabor de boca y la esperanza de que quizá, algún día, los animales tengan el trato que merecen.

¡Qué libro tan maravilloso! Especialmente dedicado para los amantes de los perros y de los animales, pero que puede llegar a hacer a entender a los que no lo son, el amor que podemos llegar a sentir por ellos.

La autora a través de sus dibujos nos conmueve. Nos cuenta su historia, como comenzó su amor por los animales, y como ha acabado enamorada de ese vida. Porque ellos se emocionan por todo lo que ven, y nos hacen disfrutar a nosotros. Porque nos hacen ver la forma de ver la vida. Nos hacen disfrutar de las pequeñas cosas.

Porque son únicos y maravillosos. Por todo eso y por más, este libro es necesario.

Nota: 4 sobre 5

Premisa:
Nuestra protagonista nunca ha tenido un perro ni ha sentido la necesidad de tenerlo. Un día su pareja le pide adoptar uno, ya que se encuentra bastante triste por el fallecimiento de su abuela. Zanahora entra en sus vidas, y a partir de aquí comienza el cambio que va a girar su vida en 180 grados.

Opinión:
Ya había leído a la autora con en otra novela gráfica suya, Hierba. En este caso la historia es totalmente distinta, explora un género totalmente diferente. de hecho, del drama intenso pasamos a un cozy de lo más acogedor. Y es que con esta historia se te queda el corazón blandito, es inevitable.

Conoceremos su experiencia personal con sus mascotas. Cómo han ido llegando poco a poco a su vida y transformando su forma de ver el mundo y de vivir en él. Los tres perretes que nos deja conocer son de lo más adorable, y es capaz de reflejar su conducta y forma de comportarse maravillosamente con su arte.

He de decir que su estilo, usando los trazos tan duros y teniendo el blanco y negro como únicos colores considero que no encaja demasiado con la temática, pero aún así la experiencia de su lectura ha sido tan placentera, tan bonita…

Eso sí, también hay determinados sucesos dramáticos que la autora presenta, pero no parándose demasiado en ellos. Se nota que aunque es inevitable exponerlos ya que existen, su intención no es generar ese sentimiento en el lector de forma predominante.

Yo no tengo perros, pero sí gatos. Y la compañía de un animal en la vida es muy especial. Es indescriptible lo que se les quiere si no has tenido cerca a alguno de ellos. Pero esta novela te aproxima a vivir esta experiencia. Es una lectura rápida, pero a la que volveré sin duda a lo largo de mi vida, porque me ha hecho sentir mucha felicidad.