Cuando una no puede con el mar, lo más fácil es volver las espaldas para no verlo.
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Cuando una no puede con el mar, lo más fácil es volver las espaldas para no verlo.
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Cada una sabe lo que piensa por dentro. Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armonía familiar. ¿Lo entiendes?
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AMELIA: Nacer mujer es el mayor castigo. MAGDALENA: Y ni nuestros ojos siquiera nos pertenecen. |
Pan y uvas por todo herencia...
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Cada uno sabe lo que piensa por dentro. Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armoniìa familiar. ¿Lo entiendes?
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Es asiì como se tiene que hablar en este maldito pueblo sin riìo, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el miedo de que esteì envenenada.
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Luego se portó bien. En vez de darle por otra cosa, le dio por criar colorines hasta que murió. A vosotras, que sois solteras, os conviene saber de todos modos que el hombre a los quince días de boda deja la cama por la mesa, y luego la mesa por la tabernilla. Y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón.
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No llores. Si quieres llorar te metes debajo de la cama. ¿Me has oído?
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¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?