El mundo es grande. Todos pueden vivir en él.
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El mundo es grande. Todos pueden vivir en él.
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Mientras una vive, lucha.
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Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad
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Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima.
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A cada uno le gusta enterarse de lo que le duele.
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Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importe la gente, ni el veneno que nos echa. |
También yo quiero dejarte si pienso como se piensa. Pero voy donde tú vas. Tú también. Da un paso. Prueba. Clavos de luna nos funden Mi cintura y tus caderas. |
La noche se está muriendo en el filo de la piedra. Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importa la gente, ni el veneno que nos echa.
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¿Y es justo y puede ser que una cosa pequeña como una pistola o una navaja pueda acabar con un hombre, que es un toro?
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NOVIO Pero usted vendrá con nosotros. MADRE No. Yo no puedo dejar aquí solos a tu padre y a tu hermano. Tengo que ir todas las mañanas, y si me voy es fácil que muera uno de los Félix, uno de la familia de los matadores, y lo entierren al lado. ¡Y eso sí que no! ¡Ca! ¡Eso sí que no! Porque con las uñas los desentierro y yo sola los machaco contra la tapia. NOVIO (Fuerte) Vuelta otra vez. MADRE Perdóname. (Pausa). ¿Cuánto tiempo llevas en relaciones? NOVIO Tres años. Ya pude comprar la viña. MADRE Tres años. ¿Ella tuvo un novio, no? NOVIO No sé. Creo que no. Las muchachas tienen que mirar con quién se casan. MADRE Sí. Yo no miré a nadie. Miré a tu padre, y cuando lo mataron miré a la pared de enfrente. Una mujer con un hombre, y ya está. |
¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?