El Sindicato de Obreros Viticultores del Padre Salado

El siguiente párrafo extraído del Diario de Cádiz confirma las dificultades de admisión para los nuevos candidatos: "(...) Enhorabuena, se la damos, y muy complacida, a los nuevos socios del sindicato, José de la Espada Muñoz y Francisco Saucedo Gómez, por haber ingresado en dicha institución sindical, no obstante estar cerrada la admisión hace más de un año. La no vulgar idoneidad de los privilegiados, habrá sido, sin duda, la llave que ha abierto las clausuradas puertas de una sociedad obrera, en donde no entra quien quiere y puede, sino, como al contrario para salir, quien debe". El párrafo estaba firmado por Pedro Roca y Roble

hablando de la presentación y aprobación de los Estatutos del Sindicato de Obreros
Viticultores por el Gobernador Civil de la provincia, dijo: "...que iba a explicar su articulado brevemente y en la parte más importante, pero sin seguir el procedimiento vulgar, articulado y engañoso, de hueca oratoria, que sólo arrancan aplausos que mueren en el vacío de la indiferencia del que los recibe".
Estas palabras fueron recogidas por el periodista encargado de redactar la crónica para el Diario de Cádiz de 30 de noviembre de 1914.

... se puede decir que el Sindicato del padre Salado no fue tan amarillo ni tan ineficaz como se podría pensar, aunque si fue decididamente anti-revolucionario, lo que le permitía ser menos político y más profesional. Precisamente lo insólito de la iniciativa del padre Salado es que desarrollara una importante acción católico-sindical en una provincia, la de Cádiz, donde arraigaron de manera especial las tesis del anarquismo y del sindicalismo político.

Resumiendo pues nuestra opinión, consideramos el viñedo de Chiclana próximo a desaparecer si con mano vigorosa no se atiende a su replantación por los porta-injertos americanos.
Acta Capitular de Chiclana, 9 de noviembre de 1900.

La Voz de Chiclana recoge en un artículo de comienzos del mes de febrero de 1917 todo lo que hasta ese momento había denunciado públicamente el padre Salado en contra del caciquismo corrompido y absorbente y en defensa del obrero chiclanero.