El escondite de Greta

...va a tener que darle la razón a Sabina. Allí donde has sido feliz, nunca debes tratar de volver. En la memoria se vive el idilio y se es feliz; en la realidad se recibe el golpe.

—Se necesita un minuto para notar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, una palabra para herirla, pero luego toda una vida para olvidarla.

La memoria recuerda. La piel nunca olvida.

Los amores de verano suelen ser como las estrellas fugaces que surcan el cielo. Llegan, deslumbran con su magia y se esfuman.

Vivimos tan rápido que no nos damos cuenta de lo verdaderamente importante hasta que ya es demasiado tarde. Hasta que estamos muertos.

Ojalá vivir sin tensión, sin la mala costumbre que tiene el ser humano de angustiarse por cualquier nimiedad.

...las personas se definen por su manera de quedarse, pero sobre todo por su forma de irse.

Historias de amor que empiezan. Historias de amor destinadas a un final indeseado. Historias de amor que se quedan por el camino y que nadie se esfuerza en retroceder para recuperarlas.