La música del mal

Yolanda Fidalgo nos transporta al París del siglo XVII, donde gobernaba el rey Luis XIV, donde seremos partícipes de la maldad humana y el refinamiento de la inteligencia criminal, personificada en esta ocasión en las mujeres, de los envenenadores. del mismo modo, y con un salto de siglo y medio, pasearemos por las calles de Nápoles donde disfrutaremos de la ópera e investigaremos una cadena de asesinatos.
En primer lugar, la novela, que se divide en dos épocas y escenarios diferentes, hace que el lector sea partícipe de la poca importancia que damos a las personas que no tienen algunas de las capacidades principales, en este caso el habla y la vista, pero que desarrollan mucho más su inteligencia y los demás sentidos para sobrevivir y destacar en un mundo que le es adverso. Centrándome en la persona muda, una mujer y sirvienta francesa del s. XVII, que junto a sus ganas de conocimiento hacen que sea capaz de desenvolverse sin problemas en una sociedad que no la tiene en consideración, tanto por ser mujer como por ser muda. Mientras que, en el caso del ciego, el otro protagonista que vive en el Nápoles de principios del s. XX, desarrolla una sensibilidad especial para la música y sentir todo lo que ocurre a su alrededor. Las dos historias se unirán al desarrollarse la novela a través de las memorias de Diane, la muda, y la copia que hace de ella la persona asesina de los crímenes del teatro napolitano que regenta Adriano, el ciego, y su familia.
Así, lo primero que el lector siente es que en ocasiones lo que puede suponer una merma, se convierte en una gran fortaleza. Acto seguido, se puede observar la condición humana. La cual muchas veces está condicionada por la educación recibida, la Sociedad en que se vive y el trato que se recibe de los demás.
Igualmente, observamos la incapacidad de algunas personas para ser feliz y hacer feliz a los que la rodean. Siendo, por lo general, infiel a los suyos. A esto hay que sumar la alta capacidad de maldad que algunas personas arrastran consigo.
Durante toda la obra se hace referencia a la búsqueda y la querencia de las mujeres por sentirse libres del yugo dominador de los hombres, que en pleno siglo XXI todavía no ha terminado de desaparecer en algunas culturas. Además, de dar a conocer las inquietudes intelectuales de las féminas en épocas en las que estaba mal visto.
También seremos partícipes del nacimiento de la policía científica en Nápoles.
Todo ello con la banda sonora de grandes óperas de la historia como Tosca, Carmen, Pagliacci o Così fan tutte. Y como si fuera parte del libreto de cualquiera de ellas, en la historia que narra la novela tenemos el enfrentamiento entre dos hombres por una mujer, la cual sabe cómo utilizar su cuerpo para conseguir sus objetivos.
En definitiva, es un thriller que combina la novela histórica con la novela negra.
Personalmente, la novela me ha gustado y me ha mantenido intrigado hasta el final, el cual contiene un gran mensaje. Además, me ha descubierto algo más la trama dramática de las óperas y suscitado gran curiosidad por este género. Por todo ello, la recomiendo mucho.

Viendo las excelentes críticas cosechadas por Yolanda Fidalgo con anteriores novelas, me decidí a leer este nuevo libro suyo. La música del mal es una novela de ficción histórica, aderezada con una buena dosis de suspense. Está inspirada en la insólita vida de la Marquesa de Brinvilliers, una aristócrata francesa con un talento especial en el arte del envenenamiento, lo que la convirtió en una de las asesinas en serie más famosas de la historia de Francia. ¡Menuda señora! A esta había que echarle de comer a parte.
Esta historia, que transcurre a caballo entre dos épocas diferentes y en ciudades como París y Nápoles, tiene una banda sonora propia conformada por óperas clásicas (un género musical al que soy ajena) como Carmen, La flauta mágica, de Mozart, Rinaldo o Tosca, entre muchas otras. Articula su argumento en dos hilos temporales que se van a ir entrelazando como las hebras que conforman una tupida cuerda para converger en un desenlace que, aun siendo correcto, no era el que yo esperaba.
La novela nos sitúa en el Nápoles de 1900 y comienza con los Dellanotte, propietarios de un teatro de la ópera que lleva su nombre y goza de un gran éxito, preparando la partida del cabeza de familia, Fabio, a tierras africanas. Su ausencia durará aproximadamente un año, lo que tarde en poner en marcha un nuevo teatro en Asmara. Mientras tanto, dejará el negocio familiar en manos de sus dos hijos: Carlo y Adriano, un violonchelista ciego. Tras su marcha comienzan una serie de asesinatos, todos en torno al teatro de los Dellanotte y con algo en común: en las escenas aparecen las páginas de un antiguo manuscrito, escritas en francés y en las que se refleja fielmente la descripción del crimen cometido, a lo cual se añade que a todas las víctimas le han seccionado el pulgar derecho.
La otra línea temporal nos lleva hasta el París de Luis XIV y tiene un narrador protagonista, Diane, una joven criada muda que entra al servicio de la marquesa de Brinvilliers. Es una especie de diario intimista donde relata sus vivencias junto a una mujer con inclinaciones delictivas y todo lo que aprendió después. También se incluye una especie de monólogo con la voz en primera persona y en letra cursiva de un misterioso personaje llamado Viento, del que desconocemos su verdadera identidad, pero de esta parte no os hablaré porque tendréis que descubrirla leyendo la novela.
La música del mal es también una novela coral. Yolanda Fidalgo da vida a personajes ficticios que interactúan con otros reales que tienen un papel secundario, todos ellos perfilados en su justa medida, destacando con luz propia los femeninos. Un variopinto friso de personajes que me han resultado fríos, de ahí que me haya resultado imposible establecer algún vínculo emocional con ninguno ellos. Me ha parecido interesante el recorrido vital de Diane, una joven inteligente, observadora y discreta debido a su discapacidad. Así mismo, se pone de relieve la ardua labor de documentación llevada a cabo por la autora, que se materializa en la contundencia con la que ha elaborado la buena ambientación de los distintos escenarios, uno de los aspectos más reseñables de este libro. La recreación de ambos períodos históricos es consistente, totalmente creíble.
Nos vamos a encontrar con una novela en la que se conjugan a la perfección los acontecimientos históricos con la ficción, siendo la música y la muerte los temas vertebradores sobre los que orbita buena parte de la historia. Escrita con una prosa evocadora y efectista, posee una cadencia sosegada, primando los diálogos, algunos de ellos un tanto forzados, lo que puede restarle cierta fluidez a la trama.
Sintetizando: La música del mal es un viaje a través del tiempo hasta épocas muy dispares entre sí, de lectura fluida gracias a la brevedad de sus capítulos y un ritmo brioso, aunque no llega a ser como el de un thriller. Una novela en la que su ambientación es uno de los aspectos más reseñables.

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Es un libro extenso, pero mantiene el interés de principio a fin, tenemos dos historias muy interesantes que transcurren en siglos diferentes y que en un principio desconocemos la conexión entre ambas hasta que aparece el primer asesinato de un niño en el teatro propiedad de la familia Dellanotte . Por un lado estamos en 1900 en Napoles y por otro lado en París, durante el reinado de Luis XIV.
Me ha gustado mucho todo, sobre todo como esta contado, hay partes en primera persona y otras en tercera, dependiendo de la época y del narrador, hay partes en modo de diario y a pesar de la crudeza de algunas escenas, esta contada en un tono inocente, con sencillez, nuestros protagonistas a pesar de obrar mal en muchos momentos, se expresan con una inocencia que choca con sus acciones y te sorprende realmente. Hay personajes reales de la época, narra hechos reales que sucedieron en esos años, como la marquesa envenenadora y la parte inventada es tan real como todo esto, me ha gustado el personaje de Diane, su complejidad, su ansias de aprender y ser algo más, su maldad y astucia para engañar.
Con respecto al final, me he quedado con ganas de más, no me ha sorprendido el culpable, es más, me lo esperaba, aunque si que durante más de la primera mitad me tuvo dudando y haciendo quinielas, todos parecían sospechosos y que hacían cosas raras.
Se nota el gran trabajo de documentación, costumbres de las épocas, los lugares, escenarios y todo el tema de botánica, venenos, operas y representaciones en el teatro.
Me habría gustado otro final, eso de que el malo tenga su merecido y saber que paso con Diane finalmente.
Lo recomiendo, una historia muy bien escrita y contada, que os mantendrá enganchados con seguridad igual que a mi.

Hablemos de la música del mal de Roca Editorial, desde mi punto de vista, podría ser catalogada como un thrilller histórico. Combina dos épocas diferentes en el tiempo en dos ciudades distintas, intercalándose sin perdernos en su lectura.
Esta autora se caracteriza por la minuciosidad en la documentación para la escritura de sus novelas. Y en este caso en concreto, ha debido ser una ardua tarea, puesto que los temas son amplios y complicados. Pero acaba entrelazándolos a la perfección, en los dos espacios anteriormente comentados.
Durante su lectura, he tenido que obligarme a pausarla, porque lo hubiera hecho de un tirón y habría sido un gran error por mi parte.
Por el contrario, al realizar esas pausas, he podido dedicarme a buscar información sobre los personajes reales que aparecen en la narrativa, que son muy interesantes. También, hice uso de ellas para la búsqueda de las óperas, que tanta relevancia tienen en esta obra y acompañar así la lectura.
Es cierto que era fácil que me enganchara con la intriga, porque entre esos diversos temas, hay varios que me han acompañado durante años de mi vida, como son la música, la alquimia, la lectura, la escritura, el empoderamiento…
No quiero desvelar el suspense y no entraré en detalles, a pesar de que la novela esté llena de ellos. Pero no puedo dejar de resaltar, lo increíblemente bien que se reflejan las sociedades de ambas épocas.
Termino este reencuentro, agradeciendo a Yolanda que nos acerque a tan enriquecedoras historias y la visibilidad que siempre da a temas sociales como el de la mujer a lo largo de la historia y en este caso también al de personas con alguna discapacidad. Dándoles un gran peso en la trama de este sorprendente thriller.
Si habéis leído alguna vez algo de Lucinda Riley y os gusta como describe cada personaje, cada ciudad, cada época, manteniendo el misterio; te recomiendo esta novela y aconsejo que escuchéis a su vez la música que en ella aparece.
«En el Círculo de Minerva pensaban que cuando todas las mujeres supieran leer, el mundo cambiaría.
Estaba de acuerdo».

AVISO: ESTO NO ES UN LIBRO, ES UN LABERINTO DEL QUE NO QUERRÁS NI PODRÁS ESCAPAR.

Qué bien escribe Fidalgo, una autora desconocida para mí.

Me planteo hacer esta reseña, me pongo a repasar en la mente lo que tengo que decir de ella y lo primero que me viene a la mente es ese preciso y precioso ejercicio de evocación de la autora, quien, con apenas dos pinceladas, nos traslada de siglo. ¡Qué barbaridad!

No estoy seguro de hasta qué punto estamos hablando de una novela negra o de un libro histórico con pinceladas de suspense. ¿Es ambas cosas o ninguna? No lo sé, pero me encanta. Tiene ecos que me recuerdan a una atenuada Carmen Mola, pero también ciertos toques estilísticos al modo de Isabel San Sebastián y el mejor Chufo Lloréns.

Fidalgo escribe muy bien. Este libro es una muestra de ello, es como una locura mezclada con sabor a miel. Atrapa, engatusa, acaricia y mata. Y no te importa.

¡OJO! Esta no es una de esas historias que sacas de la biblioteca y te sientas a leer con el ruido de los críos de fondo, mezclado con el runrún de la tele. Para nada. Hablamos de buena literatura, de esos libros que merecen toda la atención.

Necesitas silencio ambiental, pero también social. Y sobre todo, mental. Tienes que tener toda la atención puesta en la trama para no perderte ni gota. Así, mientras deshilachas la madeja vas creándote en tu propia cabeza esos giros del tipo 'seguro que ahora va a pasar...', que, como todo el mundo sabe, siempre son equivocados.

El libro de Fidalgo es muy ágil, el modo de narrar no resulta recargado, es rápido, pero profundo. Los diálogos son evocadores y en ocasiones resultan duros, pero por eso son más veraces, porque en la vida real no tenemos tanta pulcritud para dirigirnos a quienes nos rodean para que no se sientan heridos/as; por mi experiencia, la mayoría de la gente no lo hace.

Esta es una novela que lo tiene todo: descripciones, voz propia, diálogo, suspense, traición... Tiene todos los ingredientes para perdurar en la memoria. Es de esos libros que luego se comentan en petit comité analizando los hechos. 'La música del mal' es la típica novela que funcionará por el boca-oreja haciéndose una bola de nieve imparable. No resulta extraño pensar que algún día pueda acabar en la tele. Tal vez. Yo la veo en Netflix.

En definitiva, un libro que no me cansaré de recomendar.
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