Es una novela un poco intensa, ligera, divertida y contradictoriamente profunda a la hora de hablar de estereotipos, de aceptarse a sí mismos y a los demás. Alex anda siempre con una máscara. Por su parte Mason es todo lo que ves, grandulón, lleno de tatuajes y piercing y tierno. Está historia en particular es demaciado light pero entretenida. |