La oscuridad que conoces

Lo que te golpea nunca es lo que esperabas. Siempre es algo sigiloso, que te ataca por la espalda cuando estás pendiente de otra cosa.

Fuiste una buena madre. Pero se acabó el ser buena. Se acabó lo de lloriquear y compadecerte a ti misma. Eres más fuerte que todo eso. Encuéntralo, Eve. A quien hizo esto. Encuéntralo y házselo pagar

Lo que te golpea nunca es lo que esperabas. Siempre es algo sigiloso, que te ataca por la espalda cuando estás pendiente de otra cosa. ¿Cuántas veces nos habría dicho eso a mi madre cuando éramos pequeños? Un pequeño consejo valioso en una existencia por lo demás sustentada en el alcohol y las drogas.

Es lo que pasa cuando no puedes dormir. Que le das vueltas a todo.

A veces las respuestas son peores que las preguntas. A veces es mejor no saber.

El dolor no discrimina.

Escarbar demasiado o intentar encontrar a personas que no quieren ser encontradas, no aceptar un no por respuesta, forzar los límites entraña consecuencias.

Un paisaje bonito no implica que la tierra sea cultivable.

Lo cierto es que no hay forma fácil de ser una mujer en este mundo. Si te expresas, si dices que no, si te mantienes firme, entonces eres una bruja y una arpía y todo lo que te pase es merecido. "Te lo has ganado a pulso". Pero si sonríes, dices que sí, sobrevives a base de buenos modales, eres débil y estás desesperada. Un blanco fácil. Una presa en un mundo de depredadores. No hay opciones seguras para las mujeres, no hay decisiones que no terminen volviéndose en contra.

Algunas cosas siempre terminan volviendo a tu vida, por mucho que desees haberlas dejado atrás para siempre.