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Críticas sobre La oscuridad que conoces (71)
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MaiteGil
 03 October 2020
Eve Taggert es una madre soltera de treinta años. Vive en un empobrecido pueblo de los montes Ozark, un lugar lleno de secretos donde las drogas y la violencia son el pan de cada día. Eve y su hermano mayor tuvieron una dura infancia de pobreza extrema y con una madre que parece odiarlos, pero ella lucha para que su hija, a la que tuvo en la adolescencia, tenga una vida mejor. Pero todo termina cuando la pequeña, y su mejor amiga, son asesinadas. 

Me ha gustado muchísimo el libro, te atrapa desde la primera página y ya no te suelta. Ya impacta desde el primer capítulo porque nos describe la muerte de las niñas sin preparación alguna. A partir de ahí iremos conociendo a los diferentes habitantes del pueblo, sus vidas y sus miserias y avanzaremos en la resolución del misterio.  

La narración en primera persona nos permite meternos en la piel de Eve, una mujer destrozada por la muerte de su hija. Pero no se encoge en un rincón a llorar su pena si no que busca respuestas y al asesino de las niñas. Quiere vengarse y no parará hasta lograrlo. 

La autora describe a la perfección el entorno de desesperanza y pobreza en el que se mueve la protagonista. Sientes la rabia, la desesperanza como si estuvieras allí. Me ha gustado ir descubriendo poco a poco la vida de Eve con anterioridad a los asesinatos. 

Criada como la más pobre entre los pobres intenta con todas sus fuerzas ser mejor madre que la suya propia. Puede que sigan siendo pobres, pero al menos su hija se sentirá querida. Y eso, junto al dolor y la rabia cuando la niña muere, es algo que casi llegas a sentir como propios. 

Los secundarios también están muy bien definidos. La descripción es tan acertada que pareces conocerlos. 

Según avanza la novela se van desvelando secretos y sabemos más de la vida de Eve y de las niñas. La autora nos ofrece varios giros hasta llevarnos a un final impactante. 

"La oscuridad que conoces" es una novela negra, dura, oscura, impactante y adictiva. Te muestra un mundo donde nadie tiene las cosas fáciles y la vida es extremadamente dura. 

Me ha gustado mucho Eve. Su vida está llena de sexo, alcohol, drogas y hambre, pero cuando a los diecisiete años descubre su embarazo deja todo atrás y lucha para ser una buena madre. El personaje tiene una fuerza arrolladora que no te deja indiferente. 

Tenía mis dudas con la novela, pero ha resultado ser toda una sorpresa.Es un libro que voy a tardar en olvidar, en especial a su protagonista. Espero tener la oportunidad de leer más obras de la autora. 
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nefertiti5
 10 October 2020
Antes de nada quiero dar las gracias a Babelio por su Masa Crítica por darme la oportunidad de poder leer este libro.

Decidí leer esta novela porque había leido muy buenas opiniones sobre ella y a varias amigas mías les había gustado mucho.

Lo primero es una historia dura, la protagonista tiene que pasar por una de las peores situaciones que se pueden pasar en esta vida, además Eve no tuvo una infancia fácil, teniendo en cuenta que su madre era y es drogadicta, pero a pesar de todo eso yo no he llegado a conectar con la protagonista y no he llegado a sentir todos esos sentimientos que ella por la gente de su entorno, su hermano, su madre,....

Otro punto, la investigación no es una investigación al uso, más bien son presentimientos y sospechas de la protagonista y hasta el 50% del libro no es una investigación más tangible y es cuando se pone más interesante todo.

También tengo que decir que hay algunas escenas que me han resultado inverosímiles y que en cierta escena ya sabía que un personaje estaba implicado aunque no pensé que fuese el asesino.

En resumen, que a mí no me ha gustado tanto.
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LEMB
 05 October 2020
Es un thriller negro, cerca de lo que ahora se llama domestic noir o country noir, porque no hay descanso en torno a la búsqueda de una madre de la verdad sobre el asesinato de su hija de 12 años y su mejor amiga, pero en el que el crimen se ve totalmente eclipsado por el viaje que realizas con Eve, la narradora y protagonista, hacia sus propios sentimientos para hacer frente al vacío por la pérdida de su hija y a lo que supone en sus propios fantasmas.

Un texto que nos muestra lo agreste de una perdida población en el Estado de Misuri donde las cosas son como son y prima un sentimiento de pertenencia vital e, incluso, física, y donde todo está impregnado de un aire de decadencia e inevitable desprecio, y donde la simpleza de las decisiones te llevan a los claros oscuros que todos tenemos.

A mí me ha gustado mucho, sobre todo por Eve, por sus giros y por esa oscuridad que tan bien conoce; he llorado junto a ella, he notado el vacío de la pérdida, el dolor de la vuelta a lo que ha intentado olvidar, la fuerza de sus decisiones y la intensidad de sus sentimientos.

Enlace: https://millibrosenmibibliot..
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Eleuka27
 27 September 2020
Eve Taggert se cuestiona, una y otra vez, que habrá llevado a su hija Junie y a Izzy a ser las mejores amigas, dos niñas de familias y clases totalmente diferentes cuando recibe la noticia de que las dos niñas han sido asesinadas. Eve no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados, no confía en nadie y necesita saber quien mató a su hija y acabar con esa persona, para ello estará dispuesta a desenterrar su yo pasado, esa mujer fuerte que no teme a nada, esa mujer destructiva que su madre le enseño a ser y en esta historia la acompañaremos en su investigación, conoceremos su pasado, destaparemos muchos secretos y nos sumergiremos en la oscuridad de Barren Spring.

Una trama adictiva, narrado de una forma sencilla, de capítulos cortitos que te incita a querer saber más y descubrir todo lo que esconde Barren Spring y sus personajes.

Una historia que tiene un comienzo impactante y que, a pesar de que en cierto punto, hay cosas que pueden ser predecibles y que hay algunas en que, quizás, se pudiera haber extendido e indagado más, si que hay algunos giros, situaciones y personajes que me han sorprendido mucho y en general, ha sido una muy buena lectura.

Un thriller más que recomendado, un libro para devorar y que toca temas como el maltrato, la drogadicción, la diferencia de clases, pero, sobre todo, el amor de una madre y hasta donde estaría dispuesta a llegar por su hija.
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Hefesto
 13 October 2020
No todos los golpes duelen igual. No todos parecen igual de importantes. Cuando una madre entiende que la finalidad de su existencia es el bienestar de su hija, sus desgracias personales, sus traumas y sus heridas abiertas, dejan de importar. Ese amor hará, tal vez, que sea mejor persona, que quiera ser un ejemplo y cambie su vida dejando atrás todos aquellos comportamientos y errores que le acompañaron desde niña. Cualquier esfuerzo por olvidar el pasado y dejarlo atrás merecerá la pena. A no ser que le arrebaten a su pequeña.

El arranque de la novela es duro: dos niñas, Izzy y Julnie, ven como su sangre tiñe la nieve y sus vidas se apagan. Esa escena, corta e impactante, nos llega a través de un narrador omnisciente. A partir de ahí, la que nos cuenta su historia es Eve, la madre de la segunda de ellas. Nos muestra la forma en que se desgarra por dentro y todo comienza a carecer de tener sentido. Como se ahoga y va dejando salir a flote aquello que fue y creía enterrado. Como busca en su propia oscuridad la fortaleza necesaria para dejar de ser, por primera vez en su vida, una víctima. Y convertirse en verdugo.

Amy Engel ha creado en menos de trescientas páginas todo un catálogo de claroscuros humanos. de hecho, el gris y el negro predominan en la obra. Nadie es totalmente inocente, nadie está libre de culpas o de secretos; en el pequeño pueblo donde se desarrollan los hechos, todos se conocen y la masa que conforman sus habitantes resulta gélida y hostil. Poco a poco, a través de los recuerdos de Eve, las consecuencias de sus movimientos intentando descubrir al asesino, o sus erráticos comportamientos para huir del dolor, iremos conociendo a muchos de ellos y llegaremos a la conclusión de que toda luz, todo colorido posible, se apagó con la muerte de Julnie.
Pero si hay una presencia constante en la obra, una protagonista en la sombra que rezuma toxicidad y violencia, es la de Lynette. Una mujer temida y repudiada por todos que con su crueldad y su falta de afecto marcó para mal la vida de su hija, nuestra narradora, y de su hermano Cal. Y de cuya perniciosa influencia, ninguno de los dos ha logrado librarse completamente.

La novela negra suele sacar a luz todas las inmundicias humanas. Aquí lacras como el racismo, los abusos sexuales, la corrupción, el tráfico y consumo de drogas, o la inhumanidad de la prensa en busca de la noticia, están presentes de principio a fin. Pero en ningún momento eclipsan lo que Eve nos cuenta y nos transmite. Su periplo vital, su evolución e involución, la forma en que huye de las semejanzas que cree tener con su odiada madre, o como esas similitudes pueden ayudar en su venganza, es lo que diferencia a esta historia y le hace tener identidad propia dentro de la marea de cientos de thrillers con vocación de Best Sellers que publican cada año.

Así que, si decidís acompañar a Eve en su búsqueda, hacedlo esperando lo peor. Pero prestad atención a los pequeños gestos y comentarios. Hasta la persona más desalmada puede tener algo bueno. Si lo hacéis tal vez lleguéis a la conclusión de que, para ser verdugo, primero hay que ser víctima. de que incluso lo peor que nos hicieron, aquello que nos envenenó y de lo que nunca nos curaremos, puede servirnos para hacer justicia.

Y al final, ese narrador omnisciente que abrió la obra sembrando muerte, volverá a aparecer para traer un nacimiento que dará sentido a muchas cosas.
Enlace: https://elyunquedehefesto.bl..
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Beatriz_Villarino
 01 October 2020
El género policial parece el idóneo para anclar el gran impacto cultural y humano al que ha llegado la violencia y La oscuridad que conoces afronta un lugar en el que no solo la violencia, también la memoria de esta quedan instaladas. La estructura de la novela transforma el contenido en materia de reflexión crítica para que seamos conscientes de que no podemos limpiar el pasado con la suciedad del presente. Encontramos dos capítulos que encuadran el argumento, relatados en tercera persona por un narrador omnisciente, y en disposición contraria al tiempo que sugieren. Así el primer capítulo, “El final” relata la muerte de dos preadolescentes, Izzy y Junie, asesinadas de forma brutal en el parque. El último capítulo, “El principio”, narra el nacimiento duro de Eve, la madre de Junie. El resto son 25 capítulos cortos, centrales, escritos en primera persona por Eve quien, a su vez, se desdobla a lo largo de la novela en víctima, verdugo e investigadora.

A veces Eve se desvía de los sucesos presentes y los asocia al pasado o a pensamientos relacionados con algo que el lector no sabe, «el vínculo que las unía (a las niñas) no había hecho más que fortalecerse. Y eso tampoco me gustaba. Odiaba pensar en lo que podía significar». Lógicamente esto aumenta la intriga del lector, que habrá de esperar a que la búsqueda siga su curso para enterarse. Otras veces, las digresiones nos van poniendo al tanto del lugar y los personajes, digresiones que también intensifican el misterio «mi actitud no estaba ayudando […] Pero no sabía cómo estar sentada frente al sheriff Land […] Nuestros papeles habían sido grabados a fuego mucho tiempo atrás».

Y en ocasiones, es la propia información incompleta la que nos despierta la curiosidad «—Jimmy Ray no es su padre —repliqué con voz dura—. Y no ha tenido nada que ver con esto. A pesar de todo tiene ciertos principios».

La historia de la oscuridad que conoces presenta algunas peculiaridades relacionadas con espacios políticos y culturales que funcionan como variables de una imaginaria Barbarie versus Civilización; una de esas distinciones es que da la impresión de que la civilización no existe, no ha llegado. Es la escritura de la marginalidad. Las palabras de Amy Engel contienen la característica del habla oral, por lo que se nos muestran a través de una escritura rápida, inmediata, capaz de formar imágenes objetivas cuya función no es sin embargo efímera, sino para que permanezca la infancia recordada. No hay recuerdos imprecisos. Eve mantiene en su memoria «un cielo negro» que cubría sus momentos dolorosos, pero estaban ahí, latentes, para salir en cualquier momento a golpearla de nuevo, una y otra vez, tras sufrir el peor golpe que puede soportar una madre. La insistencia anafórica y digresiva, el volver constantemente atrás es el testigo de su dolor.

La escritura rápida, el uso del habla coloquial, la narración pretendidamente objetiva, la abundancia de diálogos y la inclusión de escenas dinámicas y violentas participan de las convenciones de la novela negra. La originalidad que propone Engel es transformar a la víctima en investigadora atípica, pues no participa de la credibilidad intelectual ni social, por lo que debe actuar sola, a espaldas de una ley que ella sabe corrupta.

Sin embargo su intención no es denunciar la inmoralidad política, social o humana. Quiere vengarse de quien le arrebató a su hija de la forma más violenta y miserable posible. En un mundo salvaje, atroz, no hay cabida para la sensibilidad ni para la comprensión. A dos días de los asesinatos, atraídos como carroñeros, aparecen los periodistas, los medios de comunicación que, irónicamente intentan llevar la civilización a «una triste colección de edificios situados junto a la autovía […] con unos bosques tan espesos y frondosos que bastaban diez pasos para perderte en ellos». Un intento infructuoso pues se dan cuenta de que nada se puede hacer en ese pueblo, nada pueden conseguir con gente que se ha criado en un sitio duro, rodeada de mezquindad. Abandonan y dejan abierta la oportunidad de venganza para todas las mujeres maltratadas, «Porque te voy a encontrar, cabrón hijo de puta, y te voy a hacer pedazos».

No hay valores sociales para los habitantes de Barren Springs sino un fuerte sentimiento de desarraigo a un espacio hostil; que muestra un sistema que impide la adaptación a la realidad social.

El espacio adquiere, en la novela, una gran complejidad y participa de la consideración que se tiene de sus personajes. Es el mismo, aunque adopte diferentes interpretaciones según quién esté. El reducto de Jimmy Ray es parecido al de Lynette, y sin embargo Eve los sentirá como refugio o peligro, según estén o no ocupados, o según el momento en que Jimmy era su novio o ella decide que no permitirá que él la vuelva a tratar como un despojo. Incluso la casa de Eve, casi acogedora en vida de Junie, se transforma en algo frío y sucio a su muerte.

El pueblo de Barren Springs es el espacio real por el que circulan unos personajes y, sin embargo, en un momento de la trama se iguala al posible mundo ficticio que alberga leyendas de niñas maltratadas, desaparecidas, hasta que ambos universos quedan entrelazados, por lo que el real de la novela adopta la calidad difusa, engañosa de los sueños por donde deambulan seres irreales, «Ya estoy en el infierno».

El pueblo toma la entidad de la masa anónima que se adueña de la característica infernal propia de las novelas de terror, «Tenía tierra aferrada a la piel entre los dedos y debajo de las uñas […] Me tendió la mano y le di la pistola». Cualquiera encubre un secreto o es una amenaza. Los límites entre el orden público, el abuso, el maltrato y el crimen se borran. No hay diferencias entre el día y la noche. No hay un verdadero detective. Eve lleva cabo sola la investigación hasta dar con el culpable. Nadie le ofrece respuestas claras, ella es quien debe encontrar las relaciones ocultas que desencadenaron los crímenes. Eve se convierte en una extraña en su propio terreno, por eso, hasta que no se da cuenta de que debe tomar un punto de vista distanciado de lo que pasó, no descubre la verdad. Nada protege a nadie en un lugar en el que todo es sucio y peligroso, desde el sexo «yo pegada contra las paredes cubiertas de musgo y con Junie dormida en el coche», hasta la naturaleza «plantas de kudzu se me enganchaban en los tobillos y podía oír murciélagos aletear en el cielo cada vez más oscuro». El espacio es el lugar propicio para distanciarse desde el resentimiento y poder objetivar el suceso. Para ello necesita tener la mente despejada y no dejarse llevar por los sentimientos sino por su mente torturada llena de instantes monstruosos, de amenazas, víctimas y verdugos.

Eve disfraza su añoranza de cinismo y nos descubre a unos personajes que intentan infructuosamente recomponer los fragmentos de una identidad animalizada y que curiosamente han representado la autoridad para ella.

Junie no es más que la consecuencia de Eve, situadas en la línea divisoria, pretenden vivir en una sociedad tras haber sido maltratadas, separadas de la civilización. Frente a ellas la naturaleza sanguinaria amoral de la Barbarie las acecha implacable. Amy Engel expone una visión desencantada, determinista de un sistema que condena a los marginados a repetir el ciclo de horror y muerte.

En este entorno miserable, la madre de Eve, Lynette, se convierte en oráculo de sus vidas, «Lo que te golpea nunca es lo que esperabas» «No dejes que nadie te quite lo que es tuyo» «Se lo ha ganado a pulso». Lynette, Eve, Junie, incluso Jenny, madre de Izzy la otra niña asesinada, y ella misma, son mujeres duras forjadas en la miseria, víctimas de los malos tratos, los abusos, la violencia, el horror que solo entiende una norma «A quien hizo esto. Encuéntralo y házselo pagar».
Y eso hacen, las madres maltratadas encuentran al asesino y llevan a cabo su justicia en una vuelta de tuerca impresionante. Madres e hijas conforman un todo único que deja el espacio infernal sin vínculo con el mundo civilizado, «nuestro pasado siempre terminaba saliéndonos al encuentro». No hay descanso para ellas, no tienen salvación. Es demoledor.

Enlace: https://elblogaurisecular.bl..
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Susana
 19 September 2020
No sé ni por dónde empezar a escribir esta reseña. He acabado el libro hará unas tres horas y sigo con la piel de gallina, angustia en el cuerpo y el frío metido en los huesos. Y no dejo de darle vueltas a detalles y pistas que la autora va metiendo a lo largo de la lectura y que, una vez acabado el libro, te das cuenta que son de esas cosas que dices, ay, pero si lo tenía delante. Os prometo que no me he visto venir el desenlace ni sus consecuencias en ningún momento y eso que soy como se suele decir “carne de thriller”, pero este me ha pillado totalmente desprevenida. Pero no me adelanto, os cuento en orden. La oscuridad que conoces es, como se intuye por el título, un libro oscuro y lúgubre (siempre me ha encantado esta palabra y adoro poder usarla de vez en cuando). Nos encontramos ante una historia dura, real muy real, con personajes rotos, destrozados en algunos casos, con oscuridad por todas partes, fijaos si es tal esa oscuridad que hasta cuando estás leyendo una escena que se desarrolla a plena luz del día te da la sensación de que o es de noche o está nublado o estamos en un callejón oscuro sin luz de ningún tipo. Es brutal. Las únicas notas de luz o brillo que aparecen en la novela las aporta Junie a través de los recuerdos de su madre, Eve, nuestra protagonista. Eve es una mujer en apariencia débil y frágil, pero nada que ver, pronto nos deja claro que ella es todo lo contrario. La historia comienza con el asesinato de dos menores de 12 años, Izzy y Junie y a lo largo de sus páginas iremos descubriendo pistas y detalles que nos irán a ratos metiéndonos en callejones sin salida a ratos en la dirección correcta hacía la resolución de los asesinatos. El libro está narrado en primera persona por Eve, la madre de Junie, por lo que conocemos de primera mano sus sensaciones, sentimientos y sospechas. Me ha encantado que sea la propia Eve la que nos vaya llevando por la historia, porque no es una investigación al uso, si no que ella siguiendo su instinto a veces y otra escuchando a su alrededor, va llegando al final del túnel encontrando respuestas a todas las cuestiones posibles. La narrativa es exquisita, la autora no se recrea para nada en temas escabrosos o detalles innecesarios, trata con una delicadeza excelente el tema y la narración no decae en ningún momento. Como en todo thriller tenemos varios personajes con más o menos peso y confieso que todos, bueno casi todos, me han parecido culpables en algún momento. Solamente dos de estos personajes los tenía en la lista de inocentes por completo y mira por donde que ha sido uno de ellos el que ha resultado ser el auténtico culpable de todo. O de casi todo. Si habéis leído el libro me entenderéis, no quiero contar mucho más porque es mejor que seáis vosotros mismos los que vayáis descubriendo y sorprendiendo según pasáis las páginas. Si no lo habéis leído os lo recomiendo porque además se lee casi, casi de una sentada, dos mañanas me ha durado a mí. Hay un par de giros que al menos a mí me han dejado con los ojos como platos y el final, el final es brutal. Todo. Las últimas 20 páginas te dejan sin aliento y al cerrar el libro no sabréis si gritar, llorar o caeros de culo. Literal. Además, como añadido, su portada que es sobria y muy elegante cobra más protagonismos todavía al acabar el libro porque entiendes el verdadero significado tanto de la imagen como del título de la novela. Y a mí que queréis que os diga, pero estas cosas tan cuidadas me ganan todavía más.
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lectorade1994
 19 October 2020
Es increíble como una novela te puede enganchar desde la primera página.
Un asesinato de dos niñas de 12, amigas desde pequeñas, alguien les ha quitado la vida.
La madre de una de ellas, Eve, intentará descubrir por todos los medios quién les ha quitado la vida, pero ¿estará preparada para descubrir quién ha sido?
Sin duda es una novela digna del género que tiene un final inesperado.
La recomiendo mucho para todo aquel amante del misterio, asesinatos con ese toque de detective en una persona normal.
La verdad es que te pones en la piel de la protagonista, notas su dolor y como quiere descubrir a esa persona culpable de lo sucedido a su pequeña Julie, quien tenía que haber vivido libre de todos los peligros que su madre Eve sí que tuvo de pequeña.
Eve, la madre de Julie, tuvo una infancia dura con su hermano Cal, criados por una madre muy severa la cual parece que no le importa nada más que conseguir dinero y droga.
La realidad de la historia es muy cruel, pero la autora ha sabido ir desvelando los acontecimientos, pero sin romper nunca esa sensación de duda.

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La_pecera_de_Raquel
 19 October 2020
Antes de comenzar mi opinión sobre esta novela agradecer a Babelio y a Masa Crítica el ejemplar.

En esta novela nos vamos a encontrar a una joven protagonista Eve Taggert, madre soltera de treinta años que vive en un deprimido pueblo, donde la gente se caracteriza por su mala vida principalmente. Eve tiene una hija adolescente que un día desaparece y es encontrada muerta, todo apunta a un asesinato.
Esta novela se desarrolla en la búsqueda de ese asesino y por qué lo hizo.
Sin entrar en detalles para no destripar la trama a futuros lectores diré que no es lo que esperaba, quizás porque en las novelas negras me encuentro con búsquedas de asesinos, investigaciones por parte de la policía, detectives o personal apto para este trabajo, sin embargo esto no sucede en esta novela, tal vez por eso lo llamaría "domestic noir"o "country noir". Lo que menos me ha gustado no es que la resolución se haya llevado a cabo por una persona que no pertenece a ese ámbito, sino cómo se ha descubierto. No es por quién, sino cómo.
A mitad de la novela ya se sabe perfectamente quién es el asesino, por un fallo en la trama y en la conversación entre dos personajes, es la motivación lo que queda por saber y es bastante floja.
Eso es lo que no me ha gustado, sin embargo sí me ha gustado la narración, es una novela entretenida, cumple su función, entretiene, me ha gustado la crítica social, la dureza de la vida entre el maltrato, las drogas, el alcoholismo, como refleja la vida de dos madres y sus dos formas de ver la maternidad.
Aquí no destaca la investigación como tal, prima los personajes, sus vidas, el pueblo donde naces.

¿La recomiendo? Sí, si no vas con la idea de encontrar una novela negra al uso, donde lo importante son los personajes y no los hechos.
No, porque es bastante predecible el final y la forma de llevar a cabo esa investigación es floja.

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icruje
 15 October 2020
Hoy os traigo mi opinión sobre un libro que recibí a través de Masa Crítica de Babelio.

Todo comienza con la muerte de dos niñas, Izzy y June, de 12 años en un pequeño y humilde pueblo de Misuri. Eve, la madre de esta última, pierde lo único que le daba sentido a su vida: su hija. Pese al dolor que siente, una anotación en el diario de su hija le da las fuerzas para no dejarse llevar por este dolor, ponerse a investigar y descubrir al culpable.

Es un libro que empieza fuerte. Ya en las primeras páginas empiezas a descubrir una realidad que no hace presagiar nada bueno. Nos encontramos en Barren Springs un lugar pequeño, en medio de las montañas, alejado de todo, dónde abundan los conflictos raciales, las drogas, el alcohol y la pobreza. Donde la desesperación, el maltrato, los secretos y el abuso de poder están a la orden de día.

Narrada con un ritmo ágil gracias a capítulos cortos en los que además nos va desgranando las personalidades del resto de personajes, la autora consigue crear una historia dura y desgarradora.
La forma en que está escrito te sumerge de lleno en un torbellino de sentimientos y emociones. Es imposible no sentir un nudo en la garganta según lees algunas partes.
Con algunos giros inesperados, nos muestra lo cruel que puede ser el ser humano y como las relaciones familiares, a veces, pueden ser mucho más complejas de lo que creemos.

De todos los personajes destacaría a Eve, que será la protagonista y nuestra narradora.  A través de ella iremos descubriendo cada nuevo indicio y el avance de la investigación.
Pero también conoceremos su vida y la de su hermano Carl que es policía. Descubriremos una infancia traumática marcada por el maltrato y la relación con su madre, alcohólica y drogadicta, de la que lleva años alejada en un intento de ser todo lo contrario y dar una vida mejor a su hija June.
Según avanza la lectura nos damos cuenta de que a pesar de ser una mujer rota por todo lo que ha tenido que pasar, aún siendo tan joven, Eve es una superviviente, con una fortaleza interior que no creía tener. No se detendrá ante nada ni nadie para descubrir quién y por qué asesinaron a su hija. No tendrá ninguna duda en saltarse las reglas, las normas morales, o lo que haga falta, para llegar a la verdad.  Eve se convierte así, en un personaje con el que empatizas desde el primer momento.

Aunque es un thriller, en buena parte psicológico, pues todo girar en torno a unos asesinatos, lo que la autora ha creado es una historia que habla principalmente de mujeres luchadoras y fuertes pese a que el lugar en el que han nacido no sea nada esperanzador y sobre todo, del vínculo entre madres e hijas. Y, a la vez ha creado un retrato del lado más oscuro del ser humano en todas sus caras.

Pero, como parte negativa, al menos para mí, aunque los personajes están muy bien caracterizados y la historia de base es buena, al final se vuelve todo muy repetitivo. Siempre vuelve a lo mismo: la infancia traumática, la madre maltratadora, la pobreza... Y, aunque casi desde el principio sospeché quien podría ser el culpable, el final y sobretodo, el motivo me ha deja fría la verdad.
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