Hay libros que no quieres que terminen por lo bien que está la historia que están contando. Luego hay otros que quieres que terminen lo más pronto posible. En este nos encontramos una mezcla de ambas circunstancias: no quieres que acabe por la historia de pesadilla que sufre Lucía y lo bien contada que está; estás deseando de que termine porque no crees que puedas resistir mucho más tiempo toda esa sensación de agobio, opresión y desasosiego. Lucía se somete a un método novedoso para ayudarla con su síndrome de la impostora y su ansiedad. Una vez que sale de la consulta, decide tomarse unas vacaciones pero éstas terminan retorciéndose de tal manera que Lucía no tiene demasiado claro ya no solo si va a ser capaz de mantener la cordura sino si va a salir con vida de esa aventura. Porque el miedo es lo que tiene: es irracional, paraliza y se hace una bola fría y pesada que se aloja en tu interior. Como he dicho, aunque el libro sea bastante corto y se lea en un par de ratos las descripciones logran una ambientación opresiva, delirante, que ue pone los pelos de punta, y angustiosa en la que parece que te cuesta respirar. Lucía vive una especie de carrera contrarreloj de pesadilla en la que el sufrimiento, el miedo y la asfixia están cada vez más presentes y van aumentando hasta llegar al final. Si te gustan los libros de terror psicológico este es tu libro y si todavía no has leído nada del estilo le puedes dar una oportunidad porque es cortito y para empezar está genial. + Leer más |