La mujer que no envejecía

Libro cortito de lectura ágil gracias a su estilo ligero y a sus capítulos breves. El autor intenta hacernos reflexionar sobre el paso del tiempo y si realmente nos gustaría que no pasase por nosotros, mostrándonos que lo que a priori parece maravilloso, si se hiciera real no lo sería tanto.

Aunque es un libro para hacernos sentir bien y apreciar el paso del tiempo, personalmente me ha ocurrido lo contrario, en el viaje por sus páginas he sido muy consciente de lo que ya es pasado y he echado mucho de menos esos años que ya nunca volverán.

Resumiendo, es un libro al que se le puede dar una oportunidad, por su planteamiento original y el canto a la vida que supone

En nuestra sociedad envejecer no es lo mismo para un hombre que para una mujer, con el paso de los años según la opinión mayoritaria un hombre se pone 'interesante" en cambio las mujeres simplemente 'se nos notan los años" o nos ponemos "viejas" cayendo muchas de nosotras en esclavizantes rutinas para verse más joven, buscando una especie de "eterna juventud" pero ¿pero sería tan maravilloso no envejecer? Es lo que le sucede a la protagonista lo al principio parece un milagro, una bendición con el tiempo se va descubriendo que no es tal porque juventud no es sinónimo de belleza ni de felicidad.
Una hermosa historia escrita con delicadeza incluso con ternura.
Quizás le falta más desarrollo de los otros personajes a los cuales conocemos a través de la protagonista y narradora. Los alcanzamos a vislumbrar, pero no se puede evitar sentir que de ellos se pudo decir mucho, que era más lo que ellos nos podían decir.

Una novela corta y de fácil lectura con capítulos cortos.
La protagonista de esta historia, es una niña normal y corriente que crece, estudia, se enamora, se casa y tiene un hijo. Pero cuando cumple treinta años, le ocurre algo muy extraño y es que su cuerpo en apariencia, deja de envejecer pero por dentro si sigue pasando el tiempo. Una novela llena de amor y con muchos sentimientos. Emocionante, poética, directa. Este libro te hace reflexionar y pretende enseñar a valorar el paso del tiempo y que la vejez es parte de la vida. Me ha gustado y lo recomiendo.

Me gustó mucho, mucho pese que aunque pese a que me llamó la atención la sinopsis me pareció un poco lento o con poca emoción. Pero, pese a este hándicap,la trama de la historia me pareció original y entretenida y me gustó leerlo pese a que me esperaba más en las páginas de este libro.

Este libro nos llamó la atención desde el primer momento en que vimos que salía a la venta, sobre todo por la premisa. Y aunque el libro nos enganchó desde el principio, no resultó ser como esperábamos. 


Esta historia trata de Betty, una mujer que no envejece físicamente, y eso provoca envidias en las mujeres que las rodean, y malestar en los hombres que la rodean, y malestar en los hombres que la acompañan a lo largo de su vida. 


La verdad es que la historia de la vida de nuestra protagonista está muy bien hecha y desarrollada. El problema que le veo a esta novela es por la nota del autor al principio de la historia, que aunque es un homenaje a las mujeres, se centra solo en los comentarios despectivos a las mujeres que envejecen, como si esos comentarios no se hicieran nunca sobre los hombres. 

Esta es la historia de una mujer que deja de envejecer a los 30 años con toda su vida hecha. Mientras todos a su alrededor siguen sumando años, ella solo los suma por dentro y recordando en situaciones a Benjamin Button, no es tan apetecible como pueda parecer en un principio.

Es un libro breve que se lee en dos sentadas, con reflexiones bonitas y que aunque a ratos parezca irse demasiado por lados que no me gustan, en mi opinión tiene el final que se merece.

He de decir que el libro me atrajo principalmente por su preciosa portada, y también porque me gusta la literatura francesa, tanto clásica como contemporánea.

Esta novela nos cuenta la historia de Betty, desde su primer año de vida hasta que se da cuenta de que a los 30 años ha dejado de envejecer.

Me pareció una historia original, con toques melancólicos y que nos hace reflexionar sobre los años que pasan y si realmente es una suerte mantenerse joven para siempre.

Me gusta sobre todo porque es una historia sencilla, aunque cuente un hecho insólito, y nos es fácil empatizar con la protagonista. En estas pocas páginas, he podido sentir sus alegrías, sus penas y sobre todo su angustia.

Me gustó la narración y creo que voy a seguir descubriendo al autor, con “La lista de mis deseos”.

Se trata de una novela corta que se lee bastante rápido. Con capítulos muy cortitos, bastantes diálogos que hacen más ágil la lectura y personajes muy variopintos como su mejor amiga, Odette.
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Con treinta años Betty no envejece, al menos su belleza no se ve afectada. No tiene arrugas, ni canas, ni bolsas bajo los ojos.
Pero el resto, sí.
Su padre, su marido, su hijo. Para ellos el tiempo sigue corriendo.
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Destaca cómo la apariencia física es algo importante en nuestra sociedad. Veremos a Betty con su hijo y ambos tendrán la apariencia física de dos jóvenes de treinta años y cómo los tomarán por pareja.
Cómo la vejez es necesaria.
Y cómo llegar a ella, un triunfo.
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Es interesante ver cómo algo tan deseado, como es el verse joven, puede llegar a afectar negativamente cuando no concuerda con la edad que tienes realmente. Cómo la "eterna juventud" no va de la mano de la eterna felicidad. Cómo por el camino cambias las arrugas por la infelicidad.
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Si hay algo que no me ha gustado es que está ambientada en Francia y hay muchas referencias a programas, personajes y lugares que me son desconocidos con lo que me ha costado conectar con la historia un poco.
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Sin más, es una historia interesante de leer y entretenida. No puedo decir mucho más.

“La mujer que no envejecía” es la segunda novela que leo de Grégoire Delacourt y la verdad es que me ha parecido una bonita lectura. Seguramente no pasará a ser una de mis lecturas de este año, pero me ha gustado la historia de Betty, una mujer felizmente casada que al llegar a los treinta años se da cuenta de que no envejece. Lo que al principio es una maravilla, con el paso de los años resulta no serlo tanto, porque claro… ¿esto va a durar siempre? Y si es así, llegará un momento en que tu hijo, por ejemplo acabe pareciendo mayor que tú, por no hablar de tu marido, que acabará pareciendo tu abuelo. ¿Cómo reaccionarán a todo esto sus amigos y familiares?

Pues de eso habla un poco este libro, del paso del tiempo, de la importancia que le damos a lo que vemos, de lo que ven y buscan los demás en nosotros, de la obsesión de algunas personas por parecer siempre jóvenes, porque la protagonista de la novela lo parece, pero solo por fuera, porque por dentro su cuerpo sí nota el paso del tiempo.

Creo que dependiendo de lo que signifique la belleza para cada lector, le gustará (o no) estar en la piel de Betty. Hay quien vendería su alma al diablo por ser eternamente joven pero a mí personalmente envejecer no me quita el sueño y la belleza en general tampoco. Debería utilizar más cremas y cosas de esas, pero es que ni me acuerdo. Un día sí, cuatro no, hoy me acuerdo, mañana me olvido… y así siempre y no hablemos de maquillajes, un bote me puede durar años. Que conste que Betty no se mantiene joven gracias a la ayuda de ningún producto, ella no puede evitar su eterna juventud, aunque muchas veces le gustaría ver el paso del tiempo en su rostro, al igual que lo ve en todos los que la rodean.

La novela está muy bien escrita, es elegante, tierna en muchos momentos, una historia ingeniosa, muy cortita y original y tiene un final muy bonito, así que yo os la recomiendo, además se lee de una sentada y deja un buen sabor de boca, además de hacerte reflexionar sobre las cosas que verdaderamente importan.

Novela corta e intimista donde conoceremos en primera persona la historia de Betty, una mujer que a pesar del paso del tiempo no presenta ningún signo de envejecimiento, permaneciendo su belleza intacta e iremos conociendo las repercusiones que tiene en su vida. 'La mujer que no envejecía' nos invita a una lectura pausada donde se reflexiona sobre lo efímero de la belleza y la juventud, así como de la importancia que le otorga la sociedad. Valoro como el autor es capaz de meterse en la mente de una mujer y reflejarlo con una prosa maravillosa. ⁣
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