(...) creo que deberíamos dejarlo. Estoy volviéndome adicta a ti. No puede ser que me pase el día esperando un mensaje de un hombre que me vuelve la espalda cuando queda conmigo, que no quiere conocerme, que lo único que quiere de mí son mensajes, que usa mis palabras para crear su propia mujer, porque probablemente se agobie al máximo con las mujeres que mantienen encuentros reales con él. No puedo seguir así. Es frustrante.
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