Los ausentes

No me considero una persona que se deje impresionar fácilmente porque por mi trabajo estoy curado de espanto por muchas cosas, así que cuando terminé de leer Los ausentes y reflexione sobre sí podía estar ante una de mis mejores lecturas de este 2021 me respondí que sí.

Esta novela habla de una de las etapas negras que vivió la sociedad española durante los años en los que la banda terrorista E.T.A fue de las principales preocupaciones o miedos en el sentir popular. Poco a poco queda como telón de fondo y acuden a la palestra otros temas secundarios y que irán colándose en el lector haciendo que sea una lectura que te remueve por dentro con cada escena y no de tregua.

Estamos en el País Vasco en el año 2007, El último alto el fuego de la banda ha fracasado y el grupo armado tiene la necesidad de seguir reivindicando sus peticiones entre las que se encuentra el acercamiento de los presos vascos a cárceles más próximas a su lugar de origen. Para ello planean un nuevo golpe. Un secuestro de una persona de cierta relevancia social y la elegida es Bixen Alzola, profesor de derecho en la universidad y conocido por su postura en defensa de la vía pacífica como alternativa al conflicto armado y violento.

Bixen es secuestrado por un comando y su mujer Leire recibe una llamada donde le indican las instrucciones que debe seguir desde ese momento. Es entonces cuando nuestra protagonista decide que hará todo lo que sea necesario para salvar a su marido.

En pocas palabras este es el comienzo y hasta donde se puede contar, de una trama que a partir de aquí se vuelve vertiginosa. Con un ritmo trepidante en el que los capítulos cortos y el cambio de narración desde los diversos puntos de vista de cada personaje en una línea temporal continua, se volverá frenética y opresiva para el lector.

Está claro que las decisiones y los actos que tendrá que tomar Leire para salvar a su marido formaran parte del argumento principal de la novela. Pero esta historia se vuelve coral cuando la autora nos mete en la piel de otros personajes, El marido de Leire durante el cautiverio que este sufre, los integrantes del comando, los cuales cada uno tendrá una perspectiva de sus vidas, de en que punto de la lucha están y si les ha merecido la pena o si han tomado el camino correcto. También nos pondremos en el pellejo de la familia Astibar, simpatizantes abertzale que de alguna manera su papel queda enclavado en el centro de la trama.

Muy interesante me parecen todos los personajes. La autora los pone en situaciones en las cuales no me gustaría verme y todo, alrededor de un elemento común como es la violencia desde distintas vertientes como pueden ser: la venganza, el acoso escolar, el fanatismo, la lucha por la supervivencia, ect. Todo narrado de forma tan magistral que uno tiene que reflexionar cada una de las situaciones que destila la trama.

Claustrofóbica, la frialdad de sus escenarios, la sensación de humedad y opresión, nos lleva a sentir el ambiente. A ser uno más de la novela o al menos a regalarnos un poco de angustia o incomodidad porque nosotros en todo momento conocemos lo que está ocurriendo. Por eso, la ansiedad por saber más sobre lo que está por llegar nos hace que devoremos el libro casi sin darnos cuenta.

Una novela que sirve de memoria histórica a lo que en su día fue barbarie. No se debe hacer sangre, ni abrir viejas heridas, pero hay ciertos hechos que uno no debe olvidar como recuerdo de lo que no se puede volver a repetir.

Un auténtico thriller psicológico que hace honor a su nombre en el que puede pasar cualquier cosa y donde nada es blanco o negro, al contrario abundan los grises en todos los sentidos menos en su calidad literaria y su capacidad para emocionar.

No suelo leer sobre ETA. de hecho, es el segundo libro que leo sobre el tema (el primero fue “Nunca fuimos héroes” de Fernando Benzo, una de mis mejores lecturas del año pasado); es un tema al que le tengo mucho respeto, por no decir miedo. Pero es verdad que a veces me pica la curiosidad ver cómo refleja la literatura eso que sufrimos no hace tanto y, si bien no estoy dispuesta a leer una novela profunda y que se meta en cuestiones políticas, si es un thriller como es el caso, a veces le doy una oportunidad. Y como esto es lo que todo el mundo decía que era “Los ausentes”, un auténtico thriller, me decidí a leerlo. Os adelanto que no me arrepiento.

Éstas son mis impresiones

Nos encontramos en el año 2007. Tras el fracaso de la última tregua, ETA ha vuelto a actuar. Pretende dar un golpe de efecto mediante el secuestro de Bixen Alzola, un profesor de Derecho de la UPV que ha salido en algunos medios defendiendo la vía pacífica para resolver el conflicto vasco y criticando el uso que de la violencia hace la organización terrorista.

Su modo de actuar es de sobra conocido por todos: abordan a Bixen cuando este sale de casa y a punta de pistola le obligan a meterse en el maletero de un coche. de ahí a un zulo. Y después, llamada a la mujer, Leire, diciendo que ETA ha secuestrado a su marido y exigiéndole que vaya al día siguiente a la ertzaintza a denunciarlo. Leire sabe que los secuestros no suelen salir bien; que, en el mejor de los casos, a su marido le esperan muchas semanas en un zulo en condiciones inhumanas. Y Bixen no se lo puede permitir porque está enfermo del corazón. Así que Leire toma una decisión e intenta dar la vuelta a la tortilla.

Probablemente no haya nadie como Leire. A ver quién es el guapo al que, diciéndole una organización terrorista que ha secuestrado a su marido, hace lo que Leire decide hacer (perdonad que no me extienda más en este tema pues creo que es mejor que no sepáis nada de su decisión). Pero hay que reconocer que, literariamente, Juana Cortés ha tenido una idea magnífica y original. Me ha encantado cómo la protagonista planta cara e intenta hacer las cosas a su modo.

Decían las reseñas que “Los ausentes” era un thriller y no se equivocaban. Un thriller de manual que engancha desde el minuto uno y nos mantiene en vilo hasta el final. La acción empieza nada más comenzar el libro, enseguida entra en materia. Se mantiene a lo largo de la novela e incluso aumenta algo hacia el final porque el lector empieza a plantearse qué puede salir de todo esto; se masca la tensión y el miedo a que las cosas no salgan bien va en aumento. El libro engancha de mala manera y se lee sin apenas darte cuenta. No ha sido mi caso porque lo he compaginado con otros pero perfectamente podría leerse de tirón a pesar de sus trescientas y pico páginas. La facilidad de lectura es asombrosa, no cuesta ningún esfuerzo ya que las páginas parecen pasar solas. A ello contribuye la utilización de un lenguaje sencillo, frases cortas, muchísimo diálogo y alternancia de escenarios y personajes.

Y es que uno de los aciertos de esta novela es que el lector va a ser testigo de excepción de todo lo que pasa, de todo lo que les pasa a todos los personajes de la novela. Así, cada capítulo comienza con el nombre del personaje que lo protagoniza: Leire, Bixen, los diferentes etarras y algún otro personaje. La alternancia de personajes hace que conozcamos todo lo ocurrido en torno al secuestro y cómo lo está viviendo cada personaje. Sin hacer un análisis psicológico de cada uno de ellos, sí que conseguiremos conocerlos y saber lo que sienten y piensan. Obviamente, nos pondremos de parte de unos y no de otros, no hace falta ni decirlo.

Los escenarios están bien descritos. La historia comienza en Irún, ciudad fronteriza donde viven Leire y Bixen. También aparecerá alguna otra localidad, a un lado y otro de la frontera. Pero, más que los escenarios físicos, es el escenario temporal el que está muy logrado. Yo vivo aquí y, por supuesto, viví esos años y reconozco el ambiente que la novela refleja.

La novela hace pensar, qué duda cabe. Se tocan temas muy duros, todos relacionados con la violencia (porque no sólo se habla de la violencia de ETA, hay otra trama secundaria también interesante). A los personajes se les lleva al límite y tendrán que tomar decisiones muy duras y enfrentarse a situaciones también muy duras. Es imposible no ponerse en la piel de algunos y pensar qué habríamos hecho nosotros en su caso.

Conclusión final

“Los ausentes” es un thirller intenso y apasionante que no da respiro al lector. Un secuestro y una mujer que decide actuar a su manera. Lo he disfrutado mucho así que no dudo en recomendarlo.

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Parece que ya ha pasado el suficiente tiempo como para que la literatura comience a abordar el tema de ETA. Todo a partir de Patria de Fernando Aramburu, una gran novela que se adentraba en el dolor de ambas partes.
Pero hay cada vez más novelas que lo hacen desde perspectivas diferentes y, parece ser, que el género negro es el elegido prioritariamente. Desde ese punto de vista en el 2020 tuvimos dos grandes novelas, cada una con un enfoque diferente: Nunca fuimos héroes de Fernando Benzo, en el que se aborda la lucha contra ETA desde el punto de vista de la Policía Nacional y El mal de Corcira de Lorenzo Silva en el que esa lucha la lleva a cabo la Guardia Civil.
La originalidad de Los ausentes, es que dicha lucha no la lleva a cabo ni la policía ni la Guardia Civil, sino una víctima del terrorismo, una mujer normal y corriente a la que le secuestran al marido y que es consciente de que no va a volver a verlo con vida si no hace algo. Pero ese algo no pasa por recurrir a las fuerzas de orden público, sino a hacer algo que les saque de su cuadrícula mental y les obligue a negociar de verdad.
Lo cierto, es que la desesperación puede perpetrar grandes o disparatadas ideas de consecuencias imprevistas. Pero nada hay más desestabilizante que el hecho de que una víctima no se pliegue a las exigencias de la banda criminal y decida seguir su propio camino.

Son Los últimos años de la banda terrorista, cuando parecía que cualquier día iban a disolverse, algo que aún tardaría unos años en pesar, pero esa corriente aperturista animó a muchos a hablar de solución pacífica y negociada, como es el caso del profesor de esta novela, lo cual le llevó a convertirse en uno de los objetivos de ETA

Una novela que no entra a buscar los porqués. Se limita a mostrarnos la realidad de su pensamiento, ese que parte de un dogma de fe inamovible contra el que resbala cualquier razonamiento. Ese que sirve de excusa para sus conciencias. Ellos no asesinan, solo ejecutan. Pero un muerto sigue siendo un muerto




OPINIÓN PERSONAL

Tiene un planteamiento muy original esta novela, más de thriller que de otra cosa. Me ha recordado en cierto modo a La cadena, una novela en la que una madre estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de salvar a su hija. La diferencia, además de que la ambientación es totalmente diferente, es que ya no se trata de qué haría una mujer por un hijo, sino que estaría dispuesta a hacer, que líneas morales estaría dispuesta a traspasar por el amor hacia su marido.
Porque hay líneas que una vez traspasadas no tienen vuelva atrás. Y ella lo sabe. Y no le importa. O sí le importa, pero hace de tripas corazón. Si hay que luchar con ETA no puede hacerse siguiendo sus instrucciones, porque eso significa perder siempre.
Una novela muy dura, no tanto por el tema del terrorismo, sino por el de la actitud de esta mujer.

Claro, que incluso a mí que viví aquella época de muertos casi a diario, desde la distancia eso sí de Madrid, por más que aquí también tuvimos unos cuantos salpicones, ese relato de terror y muertes tampoco me ha dejado indiferente. Mi pregunta es ¿a cuántos de los lectores jóvenes estos hechos les resultarán desconocidos y tal vez los vean como una exageración de la autora?
Creo que ya va siendo hora de llamar a las cosas por su nombre y dar a conocer el sufrimiento de muchas, muchísimas víctimas.

Enlace: https://www.elbuhoentrelibro..

😣No resulta fácil reseñar este libro porque adelanto que no me ha gustado y resalto pocos puntos positivos.

🏔Ambientación. Nos encontramos en los parajes de Euskal Herria, por los que transcurrirá la novela.

👨‍👩‍👦 Bixen y Leire serán nuestros personajes principales, y el primero en un principio pintaba que podría resultar interesante pero me resulta muy descafeinado durante toda la trama.
En cuanto a Leire, es que no le encuentro fuste. No he conseguido empatizar con ella, le falta garra, es muy incoherente con sus actos, quiere aparentar una cosa y al final solo se mueve de una manera impulsiva y “chapucera”.

🥁Capítulos cortos, que se leen rápido, narrados por múltiples personajes. En teoría esto es sinónimo a un ritmo trepidante y constante tensión, que yo no he encontrado por ninguna parte. No lo puedo catalogar de thriller si me falta el principal ingrediente: el suspense.

🧸Como decía, cantidad de personajes secundarios, con los que no he conectado y que en ocasiones he sentido que había información extra que no aportaba nada, mientras que en otros asuntos hubiera ahondado con intención de acercar al lector a la trama.

🔖 Me falta una labor de documentación más allá de 4 datos, para poder imaginar que los raptores pertenecen a ETA y lo que ello supone. Podrían ser mis vecinos del primero, una banda de narcotraficantes, unos asaltantes de bancos, poco o nada les diferencia, lo que me lleva a reflexionar:
“A cuenta del boom que está teniendo el tema, debido al tirón de “Patria” y tengo la sensación que se va a aprovechar este filón que despierta, tanto a nivel interés como a nivel económico”.

🔝 Quiero agradecer, el encontrar palabras en euskera, que no suele ser lo habitual a pesar de estar ambientados aquí.

🔚
Quizá por mis expectativas he terminado decepcionada. He llegado a las últimas páginas, pensando en que daba igual el desenlace porque el camino hasta llegar a él. A pesar de que el giro final no me lo esperaba, no lo he disfrutado.

Hoy os traigo un libro que me ha mantenido todo el tiempo en tensión.

Una historia que nos cuenta el secuestro de Bixen por parte de ETA, como vive esos momentos, como también los pasa su mujer Leire y lo que ella está dispuesta a arriesgar por intentar salvar a Bixen, también veremos la parte de la banda y lo que están dispuestos a perder simplemente por seguir con su causa.

Una historia desgarradora, que te hace vivir la angustia de la situación en todo momento, que te hace pensar hasta que punto serias capaz de traspasar los límites por salvar a un ser querido. Me ha gustado mucho como está escrito y como va desarrollandose la trama en capítulos cortos y desde el punto de vista de cada uno de los personajes implicados. El final en cierta manera esperaba que ocurriera algo así pero aún con ello ha sido duro.

Ha sido una lectura cortita pero que me ha encantado y la recomiendo sin duda.