Nunca se oye hablar del miedo de perder el instante.
|
Nunca se oye hablar del miedo de perder el instante.
|
No se puede morir sin vivir. No se puede naufragar sin navegar.
|
Lo esencial no espera ni se espera.
|
La espera aleja de lo que va a suceder. Arrastra en la dirección contraria a la vida.
|
[…] la señal definitiva, la que le demuestre al fin que sí, que todos esos años desde su muerte habrá estado en cada gesto tras el que a ella le habrá parecido adivinarlo.
|
Son considerados los padres de la filosofía occidental: