De mi mano a la tuya sólo hay días.
|
De mi mano a la tuya sólo hay días.
|
Los latidos hablan. La vida siempre acierta.
|
Es necesario prestar atención a las sombras que proyecta la luz propia. Qué tapan, qué tergiversan.
|
Miran hacia la superficie y en vano anhelan aquella paz que no ponen en práctica. La consideran el objetivo y no comprenden que es también el camino.
|
La alfarería es la forma del silencio.
|
A lo que se renuncia no hay que ir. No hay que tomarlo. Es el espacio que se libera.
|
La cuestión es el viaje de ida. Percibir la cuestión, el viaje de vuelta.
|
Un paso atrás todo lo desanda.
|
Si se miente el amor, se gesta el origen de un desamparo.
|
Nunca se oye hablar del miedo de perder el instante.
|
Son considerados los padres de la filosofía occidental: