Claudine casada

¡Sus tardíos y torpes y retrospectivos celos! Ellos constituyen mi gloria y al mismo tiempo mi irritación, mi juguete y mi tristeza

No hay una sola de sus sonrisas, desviadas hacia los ojos de otra mujer, que no haya suscitado en mí las más ordinarias ganas de matar

Me gusta depender de usted, y tenerle un poco de miedo a un amigo a quien tanto amo

¿Qué he hecho de bueno, por él y por mí, en dieciocho meses? Me he regocijado con su amor, entristecido con su superficialidad, asombrado de su modo de pensar y de obrar... Y todo sin decir nada

Quizá por primera vez en su vida ha escrito sin calcular más palabras que escribía, ha escrito sin literatura; él, a quien habitualmente la repetición de una palabra con dos líneas de intervalo le molesta como una mancha de tinta en sus dedos

Me duele mi Lena; me duele, ¡ay!, la suya. Yo no sabía aún lo que es un "mal de amores", y he aquí dos. Y sufro por el suyo más todavía que por el mío

Mi triste juventud de hombre ya viejo, se habido de golpe contigo

Me siento insignificante y tímida ante el dolor que va a asaltarme.

Siempre veré esa cabeza rubia, que, ante mis miradas, se descompone y parece morir. Casi la envidio por tener tanto miedo.

Verla en secreto, apartar de esta historia, que a él no le atañe, a mi querido Renaud, al que amo demasiado para verle mezclado, sin un terrible malestar, en estos chanchullos