Claudine casada

Cuando él ya no quiera presumir, solo entonces nos uniremos completamente, y yo dejaré de jadear al lado de sus piafantes cuarenta y cinco años

Soy deseada, sí; pero, ¡ay!, no es resultado de mi táctica

La alegría, la certeza de Rézi, engalanada con su blancura y sus perfumes, el alivio del feo secreto confesado, no me impiden lamentar otro infortunio. ¡Oh, querido Renaud, cuánto te habría amado ante una seca y regañona negativa!

A él el placer le resulta gozoso, clemente y fácil, en tanto que a mí me derriba por los suelos, me avisan en una misteriosa desesperación que busco y temo

Para Renau, el adulterio es una cuestión de sexo

Vivo en casa de un caballero, caballero al que amo, sea, pero vivo en casa de un caballero. Ay, Claudi e, planta arrancada de su tierra, ¿tan largas eran,pues, tus raíces,?

¡Sus tardíos y torpes y retrospectivos celos! Ellos constituyen mi gloria y al mismo tiempo mi irritación, mi juguete y mi tristeza

En él, la intensa vida que lleva se exterioriza en sonrisas, palabras, canturreos, exigencias amorosas

Siempre veré esa cabeza rubia, que, ante mis miradas, se descompone y parece morir. Casi la envidio por tener tanto miedo.

Verla en secreto, apartar de esta historia, que a él no le atañe, a mi querido Renaud, al que amo demasiado para verle mezclado, sin un terrible malestar, en estos chanchullos