Mi primer contacto con la prosa de Pere Cervantes fue con “Tres minutos de color”, al que siguió “El chico de las bobinas”, una de mis mejores lecturas del año en que se publicó. Hoy os hablo de “La espía de cristal”, su nuevo libro ambientado durante la posguerra de los Balcanes, una época convulsa que el autor conoce bien porque estuvo allí presente durante unos años como Observador de Paz de las Naciones Unidas. A pesar de su título, no es una novela de espionaje al uso, en ella se plantea la historia de un amor interrumpido, que es el motor que mueve a sus protagonistas. Taibe Shala, recordad ese nombre tan especial que ha conseguido quedarse prendido para siempre en mi memoria. Ella es una superviviente, una mujer que lleva el sufrimiento prendido en propia piel, inundando su alma. Siempre vestida de una tristeza otoñal de la cabeza a los pies, envuelta en las sombras de una amargura intermitente. Es una albanesa víctima de la guerra de los Balcanes, un conflicto que enfrentó a los hermanos de una tierra común, y con su desaparición, en 2019, comienza esta historia. Panco, un reportero español curtido en muchos conflictos bélicos, emprenderá la búsqueda de Taibe, el gran amor de su vida y a quien nunca logró olvidar, cuando recibe una petición de ayuda de la hija de ésta. “La espía de cristal” conjuga en su argumento dos líneas temporales que se irán alternando y distan entre sí dos décadas. En el pasado seremos testigos de los enfermizos nacionalismos, de las durísimas consecuencias, especialmente para las mujeres porque la violación fue el crimen más silenciado y el menos castigado, de la cruenta guerra entre serbios y kosovares, de los entresijos de la convivencia durante una posguerra entre bandos y etnias irreconciliables, que aprovechan la mínima ocasión para vengarse causando el mayor dolor posible. También presenciaremos la reconstrucción de una mujer con el alma congelada de por vida, de naturaleza hermética, de silencios dolientes y llantos a destiempo, que soñaba con ser periodista y trabajará como intérprete para las Naciones Unidas, y su determinación inagotable por sobrevivir a pesar del palpable odio que lo cubría todo como un pesado manto. El presente, que abarca tan solo el lapsus de diez días, es la búsqueda de una superviviente que dejó marcado el corazón de Panco y nunca ha podido olvidar. Este periodista adicto al destierro voluntario, un apátrida de barrio por vocación, que no duda en volver a Kosovo veinte años después para descubrir a una sociedad que ha rejuvenecido, enterrando la tristeza y el olvido. Pere Cervantes nos acerca a la actualidad de un país cuya política es un mar revuelto y la ciudad de Mitrovica, en concreto, un polvorín a punto de explotar en cualquier momento. A Panco lo acompaña la Balcells, una fotógrafa singular capaz de poner voz a las instantáneas que captura con su cámara, doliente por una terrible pérdida y que solo encuentra refugio en el alcohol y los ansiolíticos. Esta novela tiene detrás una ardua labor de documentación, sobre la posguerra en los Balcanes, que consigue que la recreación de este periodo histórico resulte totalmente verosímil. Con una prosa pulcra y envolvente, de frases contundentes, el autor ha pergeñado una historia de venganzas y traiciones, de omisiones, de vidas atravesadas por la guerra, que posiciona el foco de atención sobre las mujeres, las verdaderas víctimas de un conflicto que seccionó el corazón de Europa. Sintetizando: “La espía de cristal” es la historia de un amor quebrantado por la guerra, tintada con sutiles pinceladas de espionaje, en la que se combinan las emociones de unos personajes muy humanos, con los que el lector creará vínculos porque están vestidos de realidad. Taibe, su protagonista, da voz a todas esas mujeres que fueron víctimas silenciadas de un conflicto nunca olvidado que, en pleno siglo XXI, aún no está resuelto y que es inevitable extrapolar a la guerra que enfrenta a Ucrania con Rusia en la actualidad. Mujeres supervivientes con heridas en el alma, estigmatizadas socialmente e ignoradas por la sociedad patriarcal kosovar. Si estáis buscando una buena lectura, esta nueva novela de Pere Cervantes no os va a decepcionar. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. + Leer más |
No te pierdas la magnífica entrevista a Pere Cervantes
Si con No nos dejan ser niños, el autor consiguió impresionantes reseñas en medios y blogs, estar en listas, ser seleccionado por el panel de expertos de New Spanish Books Alemania 2015 y conquistar a los lectores de la colección La Tra¬ma, con La mirada de Chapman esperamos mucho más.
Descubre el brillante segundo caso protagonizado por Roberto Rial y María Médem, la pareja de policías atípicos que ha deslumbrado al público.
Ciudadela, Menorca. Cuando María Médem se reincorpora a su puesto de agente de la comisaría local tras una baja maternal, aparecen en la isla dos sexagenarias asesinadas. En el domicilio donde se descubren los cuerpos se dan tres coincidencias: un fuerte olor a algo parecido a la hierbabuena, una misma canción de Raphael reproduciéndose una y otra vez en el ordenador y un orden estricto en todas las estancias. El pasado de la protagonista como integrante del grupo de Homicidios de Barcelona es razón suficiente para que le encarguen una investigación que se presenta compleja.
Compatibilizar sus obligaciones de madre con su trabajo, a pesar de las ausencias intermitentes de su marido por exigencias laborales, incluso la turbadora presencia del enigmático Roberto Rial, responsable de la unidad de Homicidios de la central en Madrid, no son ni de lejos la principal preocupación de María. Su verdadero problema tiene nombre y apellido: Amparo García, su suegra.
Dormir varios días al mes con medio lecho vacío, trabajar en una comisaría repleta de tipos insensibles y tener un bebé del que ocuparse, pueden convertir la vida en un infierno. Pero tener que vérselas con una suegra insoportable que incluso podría ser una asesina de ancianas, es algo definitivamente peor.
Una novela negra actual y cercana que desconcierta al lector desde la primera página, obligándolo a modificar constantemente su opinión y empujándolo a continuar leyendo.