El hijo

"El amor que sentía por su hijo no era un engaño. Él era la persona a partir de la cual se planteaba la realidad; era perdurable y constante. "

Vivían se enamora y se casa desde muy joven. Se quedará embarazada y dará a luz después de que su marido la abandone. Ella regresará a casa de sus padres, y allí iremos conociendo más a fondo la relación y vínculo de Vivian con su hijo.

Vuelvo a sorprenderme como a veces la extensión tan corta de un libro genera todo tipo de sensaciones y reflexiones. Vivian a pesar de venir de una familia acomodada y adinerada, siente esa soledad y ese anhelo de estar con un hombre.

Es un libro que desde luego va de menos a más, la protagonista genera esa inquietud o incomodidad, a veces empatizas con ella y otras veces te genera totalmente incomprensión. Irá pasando por diferentes matrimonios y amantes, siempre con esa necesidad de sentirse querida y que le sean fiel. Pero como ella define no hay amor más puro que el que siente por su hijo, a veces siendo enfermizo.

Me encantó la prosa de la autora, clara, muy realista y bastante cruda, pues es un libro que te deja con una sensación amarga en algunos pasajes. Vivían pasa en sus relaciones de un extremo a otro, lo que genera esa sensación de angustia mientras lo lees.

A medida que va creciendo su hijo, este se vuelve más independiente, y ella nota ese desvinculo, originado en un amor más obsesivo.

Muy recomendable, un libro que da para debatir muchos temas.

Una novela corta, narrada de forma clara, honesta y desapasionada. Con las palabras y silencios necesarios, ni una más, ni uno menos.

Una historia aparentemente cotidiana, inocua, como la de miles de mujeres, abrumadas por el difícil equilibrio entre maternidad y la búsqueda de un sentido vital propio, ajeno a su versión materna.

Vivian Carpenter es una mujer aterrada por la sensación de sentirse sola y olvidada. En su búsqueda desesperada de amor, de admiración, de validación, plagada de desengaños y naufragios, sólo existe una constante, su hijo, David.

Pero esos dos papeles en la vida de Vivian, madre y mujer se enfrentan y se repelen entre sí, no hay posibilidad de coexistir y el campo de batalla es su hijo, ese amor inmutable y duradero frente al desfile de hombres y amantes que vienen y ven.

A medida que avanzamos en la historia de Vivian y David, el relato se vuelve más turbio, crudo y asfixiante, hacia un desenlace que no por menos anticipado, deja de ser desgarrador.

Ha sido una lectura intensa y abrumadora.
Gracias a @babelioenespanol

Hoy en: Novelas que te absorben, perturban y no se te salen de la cabeza: ‘El hijo' de Gina Berriault. @muñecainfinita juega muy bien sus cartas y presenta una edición sin sinopsis. Si, en la contracubierta hay un fragmento de la novela y unas frases dedicadas principalmente al estilo de la autora, que brilla en cada frase, pero nada sobre la trama. Así, puedes meterte a ella completamente en blanco. Un libro crudísimo, brutalmente sincero y, sobre todo, muy original. No puedo podría decir ningún libro “parecido”.
 
En las primeras páginas, Vivian, perteneciente a una familia acomodada, se casa muy joven y muy enamorada. al poco tiempo, se queda embarazada. Antes de dar a luz, su marido la abandona y ella regresa a casa de sus padres. Todo esto en EEUU en las primeras décadas del siglo XX. A partir de ahí, seguiremos a la vida de Vivian. Y su hijo. Porque mientras el resto cambia, ellos dos serán la constante.
 
Por supuesto trata la relación entre madre e hijo, pero va mucho más allá. Un libro sobre aprendizaje, fracasos, obligaciones y sacrificios, errores, amor. Sobre la soledad, la impuesta y la deseada. Verdaderamente es también una novela sobre las consecuencias de ese abandono, como marcan la vida y, sobre todo, la personalidad, de la protagonista. Alguien a quien habían educado para ser esposa, madre, sonriente, elegante… ¿qué pasa cuando esa identidad otorgada se resquebraja? Evidentemente, Vivian queda descolocada y aunque seguirá hacia delante, vivirá en constante conflicto sobre su papel en el mundo, en sus relaciones y en su casa.
 
En ese ‘men's world', Vivian comprende cuales son los roles de la mujer y se amolda a ellos, pero también, todo lo contrario. La vemos una y otra vez poner el foco de su vida en hombres (tanto parejas y amantes como su hijo), antes que en sí misma, como si solo existiera ante la mirada masculina. al mismo tiempo, nunca parece haber un equilibrio (como no lo hay en el interior de Vivian) en esas relaciones, solo extremos: pasión o indiferencia, obsesión o silencio,… así se crean ambientes angustiantes, llenas de tensión y con luchas por el dominio que Vivian no está dispuesta a perder. También eso tendrá sus consecuencias.
 
Insatisfacción e inseguridad, inquietudes y aspiraciones, querer llegar a todo y ser el centro de la vida de los suyos, hacen de Vivian un personaje lleno de sombras, con escenas absolutamente perturbadoras, trabajado en extremo por la autora y absolutamente coherente dentro de su arco. de hecho, leyendo entre líneas, te das cuenta como una y otra vez, se iba creando el camino que lleva a la conclusión. Un personaje al que es imposible odiar, porque la entiendes. Además, el uso de un narrador semi-omnisciente es una elección genial, puesto que describe los sucesos de forma objetiva, sin guiar tu opinión, ni someter a juicio lo que sucede.
 
Mientras las décadas pasan en la vida de Vivian, veremos también un retrato del momento. Veremos lo mejor y lo peor en los matrimonios, la hipocresía de la sociedad,  la segunda guerra mundial empezar y acabar…
 
La prosa de Gina Berriault me ha fascinado. También os digo que no me ha resultado sencilla, pero toda la atención que requiere, merece la pena porque no hay una frase que no tenga su sentido en el conjunto de la novela.
 
Un libro que dejo subrayado de arriba abajo y al que se que volveré. Me quedo con mucho en el tintero y con la rabia de no haberla puesto para mi club de lectura porque es el tipo de novela al que le sacamos mucho partido.

Esta es una novela tan breve como intensa. Su lectura es incómoda, avanzas esperando que todo salte por los aires, es asfixiante y deja un rastro que perturba más y más con el paso de los días. Habla de la maternidad de una forma turbia, pero ante todo es una novela sobre la soledad.
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"El hijo" nos acerca a Vivian, una mujer de familia acomodada, condenada a vivir deprisa. Se casa, se convierte en madre y es abandonada siendo apenas una adolescente. Ese abandono no es más que el preludio de los muchos que vendrán, todos con rostro diferente y todos dejando una profunda sensación de vacío que sólo puede llenar su hijo, el único que permanece a su lado.
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Gina Berriault nos pone delante a una Vivian con la que es difícil empatizar, pero que sólo se puede entender desde la comprensión. Vivian quiere ser amada y busca ese amor desde la desesperación, la idealización y pese a si misma. Vivian, a pesar de su valía, sólo es capaz de vivir a través de la mirada de un hombre porque una mujer no puede estar sola y sentirse completa. Una frustración que la lleva a los infiernos arrastrando a su hijo con ella.
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La autora escribe sin artificio, es concisa, ni le falta ni le sobra una palabra. Su prosa no es sencilla, requiere atención, tanta que lo terminé con la sensacion de haber dejado pasar algún detalle, algo que lejos de tomarlo como un punto negativo lo tomo como la invitación a una relectura en la que descubrir todo aquello que Berriault quiere poner ante los ojos del lector.
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Con "El hijo" he descubierto a una autora exquisita, cruda y conmovedora, de la que podemos disfrutar gracias al buen hacer de la Editorial Muñeca Infinita
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Gracias Babelio

Este es un libro que me ha sorprendido mucho por lo intenso que es siendo tan corto. Dentro de de este libro conoceremos a Vivian una mujer que se casa joven con un aspirante a actor y que viaja con él para que el cumpla su sueño, poco después de trasladarse el desaparece sabiendo que ella está embarazada, y aquí comienza el camino de Vivian de regreso a su hogar con un niño y con la única opción de seguir hacia delante, en la historia de Vivian podemos ver la historia de una mujer con al convicción de tener que agradar, gustar y satisfacer a los hombres, que dicho sea de paso no le toca ninguno bueno, como es el transcurso de todo con una guerra que empieza y acaba, una mujer que trabaja y busca un núcleo familiar que parece nunca satisfacerla del todo y con su hijo, donde podemos ver momentos de intimidad como reflexiones hacia él y ver cómo esa relación madre e hijo tiende a convertirse en algo poco sano, tóxico y que desconcierta. Es un libro corto, intenso y duro, también te hace reflexionar en muchos aspectos, como lectora de ahora puedo sentirme un poco en conflicto con las acciones o pensamientos de Vivian en algunas ocasiones pero cuando lo ves todo con diferentes prismas no dudas en reservarte ciertas opiniones ya que jamás sabremos como habríamos actuado uno mismo o si la historia hubiera cambiado siendo nosotros los protagonistas. También me ha recordado eso que aún sigue resonando en el eco de " el deber de una mujer" el cuidar, satisfacer, estar disponible, no protestar, quejarse o sentirse siempre agradecida... Creo que es un libro que no debería pasar desapercibido y que recomiendo leer, es un viaje corto intenso y lleno de diferentes sensaciones.

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Vivian Carpentier es la protagonista de este libro. Un libro corto, duro y maravillosamente narrado.

Vivian procede de una familia acomodada y se gradúa en una escuela de señoritas.Se casa con Paul y se queda embarazada al mes de la boda asumiendo que el niño sería un lazo de unión entre ellos para siempre. Pero no fue así y Vivían es abandonada antes de que David nazca. Así que vuelve a casa de sus padres .

A partir de aquí veremos la vida de Vivian y la de su hijo.
Una Vivian insegura,insatisfecha ,carente de ilusiones y objetivos.
Va pasando de un matrimonio a otro, de un amante a otro buscando alguien que la cuide , que le sea fiel para siempre,que la ame y la proteja , que le haga tener una vida plena aunque ella no ame , eso es lo de menos.
Lo importante es sentirse necesitada. Es lo único que le importa .


Y siempre está David , su hijo que le da tanta felicidad como desdicha , sentimientos cambiantes que no sabe gestionar, bien porque haya sido una madre joven con una vida que es un desatre o bien porque ella es así, insatisfecha y que solo piensa en sí misma. El amor de Vivian por su hijo no es sano, es obsesivo y aunque no lo dice explícitamente se ve algo más ,algo que no es correcto . Ella piensa que es amor puro ,sin las decepciones que se lleva con las relaciones con los hombres y aunque haya amor hay mucha tensión entre ellos .Y más cuando su hijo al crecer la va necesitando menos, afortunadamente para él.

Vivían es un personaje terrible pero me ha dado mucha pena porque la inseguridad, la insatisfacción y el querer agradar a toda costa solo llevan a sufrimiento,incompresion y la más absoluta soledad.

Un libro maravillosamente escrito y que me parece perfecto para quienes hacéis lecturas conjuntas porque se le puede sacar mucho juego.



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