El hijo

Hoy en: Novelas que te absorben, perturban y no se te salen de la cabeza: ‘El hijo' de Gina Berriault. @muñecainfinita juega muy bien sus cartas y presenta una edición sin sinopsis. Si, en la contracubierta hay un fragmento de la novela y unas frases dedicadas principalmente al estilo de la autora, que brilla en cada frase, pero nada sobre la trama. Así, puedes meterte a ella completamente en blanco. Un libro crudísimo, brutalmente sincero y, sobre todo, muy original. No puedo podría decir ningún libro “parecido”.
 
En las primeras páginas, Vivian, perteneciente a una familia acomodada, se casa muy joven y muy enamorada. al poco tiempo, se queda embarazada. Antes de dar a luz, su marido la abandona y ella regresa a casa de sus padres. Todo esto en EEUU en las primeras décadas del siglo XX. A partir de ahí, seguiremos a la vida de Vivian. Y su hijo. Porque mientras el resto cambia, ellos dos serán la constante.
 
Por supuesto trata la relación entre madre e hijo, pero va mucho más allá. Un libro sobre aprendizaje, fracasos, obligaciones y sacrificios, errores, amor. Sobre la soledad, la impuesta y la deseada. Verdaderamente es también una novela sobre las consecuencias de ese abandono, como marcan la vida y, sobre todo, la personalidad, de la protagonista. Alguien a quien habían educado para ser esposa, madre, sonriente, elegante… ¿qué pasa cuando esa identidad otorgada se resquebraja? Evidentemente, Vivian queda descolocada y aunque seguirá hacia delante, vivirá en constante conflicto sobre su papel en el mundo, en sus relaciones y en su casa.
 
En ese ‘men's world', Vivian comprende cuales son los roles de la mujer y se amolda a ellos, pero también, todo lo contrario. La vemos una y otra vez poner el foco de su vida en hombres (tanto parejas y amantes como su hijo), antes que en sí misma, como si solo existiera ante la mirada masculina. al mismo tiempo, nunca parece haber un equilibrio (como no lo hay en el interior de Vivian) en esas relaciones, solo extremos: pasión o indiferencia, obsesión o silencio,… así se crean ambientes angustiantes, llenas de tensión y con luchas por el dominio que Vivian no está dispuesta a perder. También eso tendrá sus consecuencias.
 
Insatisfacción e inseguridad, inquietudes y aspiraciones, querer llegar a todo y ser el centro de la vida de los suyos, hacen de Vivian un personaje lleno de sombras, con escenas absolutamente perturbadoras, trabajado en extremo por la autora y absolutamente coherente dentro de su arco. de hecho, leyendo entre líneas, te das cuenta como una y otra vez, se iba creando el camino que lleva a la conclusión. Un personaje al que es imposible odiar, porque la entiendes. Además, el uso de un narrador semi-omnisciente es una elección genial, puesto que describe los sucesos de forma objetiva, sin guiar tu opinión, ni someter a juicio lo que sucede.
 
Mientras las décadas pasan en la vida de Vivian, veremos también un retrato del momento. Veremos lo mejor y lo peor en los matrimonios, la hipocresía de la sociedad,  la segunda guerra mundial empezar y acabar…
 
La prosa de Gina Berriault me ha fascinado. También os digo que no me ha resultado sencilla, pero toda la atención que requiere, merece la pena porque no hay una frase que no tenga su sentido en el conjunto de la novela.
 
Un libro que dejo subrayado de arriba abajo y al que se que volveré. Me quedo con mucho en el tintero y con la rabia de no haberla puesto para mi club de lectura porque es el tipo de novela al que le sacamos mucho partido.