25 Días de Navidad

Cathy sonrió y pensó que estaba totalmente colada por su mejor amigo. Que siempre lo había estado y que eso nunca cambiaría.

Shackleton es un lugar estupendo para vivir. Ese es el motivo de que haya regresado para establecerme aquí de manera permanente.

Estaba haciendo lo que deseaba y, por primera vez en su vida, iba a hacer lo que de verdad le dictaba su corazón, en vez de dejarse llevar por lo que se esperaba de él.

Cada vez que él la abrazaba era como estar en casa, la sensación de hogar se apoderaba de ella.

-Sí, ella es... Mi universo. Siempre lo ha sido.

—Cómetela, te mereces tu día de Navidad.

—Tienes razón. Siempre has sido la más lista de los dos.

Contigo veinticinco días de Navidad son un sueño.

—¿Cómo puedes comerte un sándwich y beber chocolate caliente? —preguntó Eric con una mueca.
—El chocolate va bien con cualquier cosa —contestó ella con mirada desafiante.
—Tienes un verdadero problema de adicción.

—Porque solo contigo puedo ser yo mismo.