Gema Azorín, nos traslada en este libro a la Vallée de Chevreuse, hasta un castillo, en el que vive Adrien, un joven independiente, que no desea más que lograr uno a uno sus objetivos marcados y que no esta preparado para compartir morada con Julie. ¿Por qué? Pues porque Julie es espontánea, caótica y muy inteligente, pero es que además es una soñadora con un punto de ingenuidad e inocencia que desde el principio llama la atención de Adrien. Si a todo esto le añadimos un pueblo con viejas rencillas, un castillo que puede tener entre sus muros escondido un tesoro, unos amigos que son familia y un deportista de élite, Julie, que no soporta no comprender algo, no tendrá un minuto que perder para conseguir un premio, que ni siquiera sabía que quería. El personaje de Julie es realmente entrañable, me encanta. De Adrien lo que más me gusta es el camino que recorre a nivel emocional. Lo cierto es que suelen gustarme más los personajes masculinos, pero en esta pareja, pese a gustarme ambos, gana ella. Jean Paul, Cédric, Violet, Alistair, Florence, Antoine, Edgar, Clara, todos y cada uno de ellos junto a Adrien y Julie forman una familia, con la que he disfrutado durante cada una de las páginas de esta historia. La pluma de Gema Azorín es un gran descubrimiento y pienso seguirle la pista para poder disfrutar de sus obras. + Leer más |