El Último Día

Jota es un informático que tras una megafiesta se ha pasado tres días despierto. Cuando despierta se va a la ducha pero de pronto oye una tremenda explosión en la calle y sale corriendo. Cuando llega a la zona lo que va a encontrar le dejará totalmente aterrado. Los habitantes de Vigo ya no son humanos, son una especie de seres ni muertos ni vivos que se dedican a comer a otras personas. Cuando iba a ser atacado por una horda es rescatado por un grupo de militares. Con ellos y un grupo de resistentes deberá buscar una posible cura a todo este desastre mundial o la humanidad quedará exterminada.

Jota es un joven informático que deberá cambiar su modelo de vida y sobrevivir día a día en su ciudad plagada de zombis. Es una persona que al principio parece un poco cobarde y que no asimila lo que está pasando pero de pronto se convierte en un intrépido y se dedicará a buscar la fuente de origen y al paciente cero para buscar una cura. El primer grupo con el que se encuentra es a un grupo de 3 militares. Junto a ellos irá a una isla de Vigo y allí encuentran a más supervivientes atrincherados. Pero algunos de ellos esconden muchos secretos y no son quiénes dicen que son. Ninguno de los personajes son demasiado originales, más bien están encuadrados en un arquetipo. Sí es cierto que todos ellos tienen una historia pasada y una función concreto dentro de la misma historia.

La trama no tiene demasiadas novedades. Una prueba militar de una nueva arma química en forma de gas que contagia a un hombre, un turista, y él se encargará de propagarla. El contagio viene por dos vías: la inhalación del humo y la mordedura de un contagiado. Quizás la novedad puede ser en la cura, pues está presente, pero tienen que buscarla. También la localización: Vigo. Pocas veces se han visto plagas de zombis en España y se agradece.

Creo que es el único tomo que hay, por lo que el ritmo es bastante ligero y ocurren muchas cosas, siempre sin sobrecargar al lector. Además el final es abierto pero no demasiado, lo justo para que el lector sepa cómo acabará la historia con un cierto margen de invención e imaginación. También tengo que decir que la trama está muy bien planteada y está muy bien tratada, atando todos los cabos sueltos. Una historia rápida de leer, con una velocidad en la trama sin respiro y bastante entretenida.

En cuanto al apartado artístico, el dibujo de Bernuy está realizado a base de trazos ligeros, poco definidos y poco detallados con los que sugiere más que muestra. Es un dibujo bastante atractivo, aunque tengo que decir que alguna vez confundía personajes o no los identificaba bien. Sí he echado en falta un poco más de detalles en los rostros, pero tampoco supone esto ningún problema.
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