Segundo libro de la serie Aquí hay gato encerrado y debo decir que me ha encantado igual o más que el anterior. Delacorte, un octogenario soltero y excéntrico, contrata a Charlie Harris, un extraordinario bibliotecario, para descubrir a un posible ladrón de libros en su propia familia. James sospecha que su despiadada familia puede estar robándole, pero no sospecha que irían tan lejos como para matarlo. ¡Pero sucede! Y justo antes de morir, James enmienda su testamento para que Charlie haga un inventario de la biblioteca y se convierta en el custodio de la colección. Cuando ocurre una segunda muerte, Charlie se da cuenta de que están sucediendo más cosas de las que todos se dan cuenta... ¿Es la sobrina nieta reservada, el sobrino nieto manipulador, el suegro chiflado, la hermana mala o el mayordomo leal? Lo que más me gusta de esta serie son los personajes, especialmente el agradable y tranquilo Charlie y su irresistible gato Maine coon, Diesel. También hay una serie de otros personajes agradables y, por supuesto, algunos desagradables como contraste (aunque algunas de las personas inicialmente desagradables resultan no ser tan malas después de todo). Este segundo libro de la serie de Miranda James es posiblemente aún más encantador que el primero, en gran parte porque el hijo adulto de Charlie, Sean, aparece inesperadamente con su caniche recién adquirido, Dante, y es muy divertido leer sobre la interacción entre Diesel y Dante. En conclusión, una lectura entretenida, amena que te mantiene pegada a sus páginas que pese que no hay un gran giro en el final del libro lo he disfrutado de igual modo. Me declaro fan incondicional de los cozy mystery y os animo a conocer a Charlie y Diesel. + Leer más |