Una muerte de libro

Viajamos de nuevo a Athena (Misisipi) para reencontrarnos con nuestro protagonista Charlie y con su inseparable gato Diesel.

Charlie continúa con su trabajo de bibliotecario cuando recibe la visita inesperada de James Delacorte, un anciano excéntrico coleccionista de libros raros que sospecha que alguien de su familia le está robando algunos de sus ejemplares más valiosos. Por ello, decide contratar a Charlie para que realice un inventario de su gran colección.
Poco después de comenzar el encargo Delacorte aparece muerto en la biblioteca.

Charlie en compañía de su felino intentará resolver el crimen en esta ocasión con la ayuda de Sean, el hijo de Charlie que ha dejado su trabajo abogado en Houston y busca refugio en casa de su padre.

El libro anterior me gustó mucho, ¡y este lo ha superado!
Al más puro estilo cozy mystery conocemos a una familia muy peculiar donde todos son sospechosos incluidos los trabajadores de la casa familiar.

La evolución de Charlie, con respecto al libro anterior, me ha encantado al igual que la relación con su hijo.
Como era de esperar, hay muchas referencias a grandes títulos de la literatura y detalles de dichas obras.
Un final bien hilado que me ha sorprendido gratamente y que me deja con ganas de seguir leyendo a la autora.