Sueño con un beso

Agatha Woodrow llega a Maine, a los catorce años, tras una tragedia familiar. Nueve años más tarde regresa a Nueva York para el funeral de su padre.

La joven se encuentra con el rechazo de Eldrick Benneth, mano derecha de su padre y que ejerce de presidente, en funciones, de Industrias Woodrow. El directivo acusa a la chica de haber abandonado a su padre cuando más la necesitaba.

La novela, ambientada en Nueva York en la época actual, está llena de despropósitos y malos entendidos. Es tremendamente divertida, a pesar de que la historia no tiene ni pies ni cabeza. Los personajes, principales y secundarios, están todos para encerrar, pero me lo he pasado genial con sus locuras.

Le vendría bien pasar por las manos de un corrector pero, al ser lo habitual en las obras de la autora, no me han molestado los errores. Es de fácil lectura y engancha tanto que se lee del tirón.

Si os apetece un libro para desconectar este es una buena opción, a mí me ha hecho reír un montón. Hacía tiempo que no leía nada de la autora y seguramente repita pronto.