Si el tiempo no existiera

Cuando leí la sinopsis me dio mucha curiosidad conocer la historia de Blanca y de sus saltos en el tiempo. Me llamó muchísimo la atención. Este libro me ha tenido enganchada desde el segundo capítulo. En el primero aún no sabía cómo se iba a desarrollar la trama y es más una introducción a la vida de Blanca y dónde se encuentra en ese momento, por lo que no hay mucha acción. Pero a partir del segundo es un no parar de acontecimientos.

Me ha gustado mucho toda la información histórica sobre Gijón y la España del siglo XIV. Se nota que la autora ha puesto mucho énfasis en conocer cómo se vivía en España en aquel entonces, sus costumbres, sus fiestas, su cultura. Eso ha hecho que haya sido muy fácil introducirse en la historia. Las descripciones y ver cómo se refleja la sociedad de entonces entre sus páginas está tratado de manera impecable. Las descripciones y las comparaciones divertidas que hace la autora con ciertos aspectos de la época en la que se basa la historia hacen que la lectura se haga muy amena y entretenida.

Aunque es cierto que la historia se centra sobre todo en las relaciones amorosas de Blanca y del momento histórico en el que se encuentra, a mitad del libro la historia se empieza a poner más interesante porque las dudas de cómo es capaz de viajar en el tiempo o por qué lo ha hecho comienzan a despejarse y la vida de Blanca empieza a tener cierto sentido.

Es una historia diferente, con mucho amor, mucha intriga y momentos muy divertidos a la par que tiene otros muy intensos y llenos de tensión. Secretos, desamor, viajes en el tiempo e historia, ¿qué más se puede pedir?

Si os gustan las historias de amor con un toque histórico, aventuras y la teoría de cuerdas, este libro os va a atrapar desde la primera página.