Platón II. Menéxeno, Eutidemo, Menón, Crátilo, Fedón, Banquete, Fedro

El segundo tomo de Platón de la colección Grandes Pensadores ahonda más tanto en la transición del pensamiento que tuvo el filósofo ateniense, de ser el gran discípulo de Sócrates a ser ahora alguien cuyo razonamiento se enfocaba más en el mundo espiritual, con influencias de nuevas doctrinas, como la filosofía pitagórica y los ritos órficos; como en en el pensamiento más puro del mundo de las ideas. Los diálogos que se encuentran en este tomo son:

Diálogos de transición:
- Menéxeno
- Eutidemo
- Menón
- Crátilo

Diálogos de la madurez:
- Fedón
- Banquete
- Fedro

Los diálogos de transición son interesantes, la mayoría, de hecho, ahondan mucho en el significado tanto de las cosas como de las palabras: , "Crátilo" y "Eutidemo" son claras defensas de la filosofía en contra de la llamada sofística que imperaba en la Atenas de aquel siglo, incluso también el "Menéxeno".
*Lenguaje: En casi todos se habla sobre la importancia de la verdadera significación de las palabras: En Eutidemo se hace al ver hacer el contraste entre la manera que discuten éste y su hermano con la manera en que Sócrates trate de enseñarle la virtud a su compañero; el "Crátilo" es toda una exposición de las teorías lingüistas de la época, claro con el característico tono satírico del autor, en general se centran en si las palabras son meras convenciones o si realmente ya tienen su significado implícito, de esta manera parte para hacer un análisis de la filosofía de Heráclito y la de Parménides. A esto Platón/Sócrates incita a conocer la verdad del mundo por medio de las cosas, no por medio del lenguaje, algo simplemente sublime, aunque no por ello se le ha de perdonar que no conteste la pregunta de manera directa; por su parte, el "Menéxeno" es un discurso fúnebre que critica como se utilizan para mentir al pueblo, es muy satírico, pero es verdad que se necesita conocer de manera amplia la historia de Grecia, sobre todo los acontecimientos narrados por Hesiodo en sus 9 libros para comprender qué referencias están subvertidas sobre las guerras médicas en esta sátira.

*Virtud: es el "Menón" el diálogo más importante de la transición, pues es donde se hace la primera exposición de la "reminiscencia" de las cosas, un aspecto que desarrolla y tiene sentido en el pensamiento del mundo de las ideas que describirá con mayor precisión en sus diálogos de madurez. En este diálogo ahonda en si es posible enseñar la virtud, y como es que el ser humano es capaz de reconocerla cuando la ve. En este caso sólo es posible reconocerla porque ya antes la habíamos visto, en un estado anterior a la vida, en el mundo de las ideas de donde vienen nuestras almas antes de habitar este mundo. Como se puede ver, la influencia pitagórica y órfica ya está presentando su máximo esplendor.

Diálogos de la madurez: dentro de los diálogos de la madurez están los últimos tres diálogos del tomo:
*El alma: El "Fedón" es un diálogo sumamente bello, pues narra los últimos momentos, las últimas palabras, los últimos actos de Sócrates: Tratando de calmar a sus amigos, les expone cuál es la naturaleza del alma: su inmortalidad, su residencia antes y después de la muerte y el destino de aquellos que dedican su vida para la muerte, el destino de los filósofos.
*El amor: Son tanto el "Banquete" como el "Fedro" dos diálogos que tocan el tema del amor. En el Banquete, Platón habla sobre la inmortalidad del amor, es decir, de su deseo de procrear en el plano terrenal, y de habitar el bien en el plano supraterrenal, si bien hay más cosas y mitos narrados, el concepto principal de Platón es buscar el bien en el amor; por su parte, en el "Fedro", Platón utiliza el amor como un pretexto para hablar de la locura divina, la cual divide en 4:
- Locura profética: Apolo
- Mística: Dionisio
- Poética: Musas
- Erótica: Eros y Afrodita
Esta última es considerada como la más perfecta porque parte de la belleza visual, la cual es la única, según Platón, que está altamente correlacionada con la esencia de la belleza ya que, al ser la que más impacta en primera instancia, es la que nos hace "rememorar" la belleza del mundo espiritual, o mejor dicho, del mundo ideal. Para el autor la Belleza tiene que estar correlacionada con el Bien, nada que no sea bueno puede ser bello, según Platón. Es por esto que el ver belleza nos eleva a un arrebato erótico, el cual, guiado por la parte del alma de la sensatez, puede ayudarnos a llegar a un mundo más allá del sensible. El "Fedro" es hermoso porque es aquí donde utiliza el mito de los caballos alados, un mito que tendrá hondas raíces en el posterior estoicismo de Zenón.

* Escritura/Retórica: Una vez más, Platón arremete contra la sofística que se adjudica la enseñanza de la virtud cuando no conoce la esencia de ella. En la última parte del "Fedro", Platón hace una breve exposición del valor de la retórica al contrastar un discurso de Lisias con uno de Sócrates: en esta última parte, después del mito de Thamus y Theuth, expone como un discurso debe estar hecho de manera específica para las almas de las personas, por lo que el retórico, si quiere empezar a escribir, primo ha de conocer el alma de la gente. Sin desviarse de su episteme sobre la esencia, Platón incita a conocer, a conocernos en lo más hondo para poder conocer la verdad, una vez que se conozca la verdad, da paso libre a la escritura. Como se ve, la importancia de esto último no gira en torno a la escritura en sí, sino al conocimiento de la verdad.

Este segundo tomo me ha costado más tiempo leerlo, pero es porque poco a poco se ve el progreso de una moral socrática a una moral más enfocado en lo divino ¿Es por su iniciación Órfica, su influencia pitagórica o por algo más? No me atrevo a asegurarlo, pero está claro que estos último diálogos hay mucho más de lo que se dice. ¿Habría que leer éstos nuevamente después de ser un iniciado en los ritos órficos, de conocer la naturaleza de Fanes y experimentar el culto a Dionisio? Puede ser, por el momento, sólo nos queda seguir aprendiendo.