Palestina en pedazos

Siento que este libro es, ahora mismo, de lectura obligatoria: para el que no sabe mucho del tema, una introducción amable. Para el que esté adentrado en ello, un lugar para la reflexión.

Lina Meruane ha dividido el libro en tres partes:
• Volverse Pale.stina (2013): empieza a investigar sus orígenes pale.stinos por parte de padre, ya que sus abuelos tuvieron que exiliarse a Chile, pero en la familia nunca se ha hablado mucho del tema. Planifica el viaje para reencontrarse con lo que ellos dejaron: una casa, y a una parte de la familia.

• Volvernos otros (2014): un glosario de palabras. Palabras que no pueden caer en el desuso y el olvido, porque fomentan el borrado de lo pale.stino. Se apoya en intelectuales que hayan pensado o se vean involucrados en esta problemática (algunos, incluso, sio.nistas –aunque de izquierdas–) como Oz, Grossman, Pappé, Chomsky o Sontag, y va desentrañando esta maraña que es el conflicto/gen.ocidio, los asentamientos/el aparth.eid, la paz/la victoria, etcétera. Es una parte realmente interesante.

• Rostros en mi rostro (2019): etnia, raci.smo, religión. Una parte grave que permite perpetuar esta masacre es la mezcla de estos términos. Esta parte me interesa especialmente por dos motivos: el primero porque lo veo, todos los días, en mi trabajo: la mayoría de la gente usa indiscriminadamente árabe para referiste a musulmán, cuando ni todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes. El segundo, porque lo siento en mis carnes: de madre francesa a mí sólo se me ve en la cara la parte mediterránea, me han confundido con musulmana (otra vez, el error etnia/religión), hay gente que me encaja como hindú. Esto que vivo yo lo viven cientos. Solo los blancos muy blancos y los negros muy negros podrían no llevar a dudas en lo étnico, y aún así sus nacionalidades serían un misterio. Creo que es muy importante entender que Isr.ael está basando su Estado en lo religioso olvidando lo étnico pese a estar en Oriente Medio: cuando pasen un par de generaciones más, su población será árabe de ascendencia árabe, europea, africana o americana y de religión, mayoritariamente judía. Y digo mayoritariamente porque basando el Estado en la religión, los demás viven en condición de apar.theid, pero en la cuna de las tres religiones monoteístas nunca dejará de haber cristianos y musulmanes. ¿Cómo garantizar los derechos humanos en un lugar que quiere borra a todo el que no comparta su religión; un lugar, además, con un grado tan alto de racismo entre sus pobladores?
Siento que está tercera parte enlaza con la segunda en la importancia de usar los términos correctamente y, a la vez, aborda el absurdo de empaquetar a las personas por etnias y religiones en la actualidad, cuando la globalización nos ha mezclado tanto (siendo, además, los mediterráneos, pueblos con tanta mezcla histórica).

Siento que éste es el libro más importante que he leído este año, y uno de los más importantes de mi vida. Seguiré investigando. Os animo a hacerlo a vosotros también, y compartamos reflexiones. No dejemos de hablar de Pal.estina.