Melisenda

Entramos en la recta final del mes de julio, casi hora de hacer recuento de lecturas. Pero de momento aprovechad los que aún sigáis de vacaciones, y prepararos los que vayáis a cogerlas. Si me queréis, visitar, yo salgo cinco días, no tengo vacaciones en todo el mes, salvo que vengan forzosas, pero ya os contaré.

¡Vamos a por la entrada de hoy!

Melisenda es una niña que nace dentro de la realiza de una manera ya desafortunada.

En la época hay costumbre de invitar a todas las hadas al bautizo, pero el Rey no quiere una celebración.

Cuando las hadas se enteran del bautizo, acuden a palacio a pedir explicaciones, y la hada Malévola lanza un maleficio sobre la niña, que se quede calva.

El sufrimiento de una madre por una hija, de agotar por parte del Rey cualquier favor que se le debiera, probar cada remedio, el no rendirse, la capacidad de superación y de vivir cada día en busca de un remedio para que su hija tenga pelo.

Pero a lo mejor, tiene pelo, y le suceden cosas peores.

El personaje de Melisenda me ha enamorado por completo. Por una parte, es preciosa por como veis en las ilustraciones, que son acuarelas de parte del ilustrador irlandés P. J. Lynch.

Melisenda acepta lo que le pasa pero nunca pierde la esperanza, y sobre todo encontramos a un personaje muy humano, que mira por la estabilidad y la felicidad de su pueblo antes que del suyo propio.

Cómo siempre, las lecturas que he leído hasta el momento de esta editorial, llegan unos ejercicios finales de comprensión, comentarios y de creación, esta vez de la mano de Ana F. Buñuel.

Concluyendo, toda una historia de superación, de ejemplo y de que no hay que rendirse nunca, porque nunca se sabe donde podemos encontrar la felicidad, ni la solución a nuestros problemas, quizás los tengamos más cerca de lo que creemos.


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