Shakespeare junta la realidad con lo mágico en esta obra de teatro.
Próspero, hechicero y duque legítimo de Milán, es traicionado por su hermano y condenado a exiliarse con su hija en una isla desierta.
Doce años pasan allí hasta el barco donde su hermano, el rey de Nápoles, su hijo y otros señores y tripulantes viajan, naufraga en su costa tras una terrible tempestad, inovacada por Próspero. Este busca vengarse y, junto al genio Ariel y a los espíritus que están a su servicio, separa a la tripulación, observa y ejecuta su plan.
Traición, venganza y romance, los mejores amigos de Shakespeare. Nos movemos entre la magia, la ilusión creada por Próspero para poner a prueba a los recién llegados y la verdadera realidad. Por suerte el drama es poco en esta obra, donde el final es justo y tranquilo.
Siempre recomiendo leer a Shakespeare, creo que son obras interesantes que te puedes leer en una tarde.