Las reglas del juego

Un friends to lovers con fake dating, la verdad es que pintaza tiene. Y es muy cierto que he disfrutado esta comedia romántica: fue muy entretenida y la verdad es que sí que me enganché algo a ella (la verdad es que llevo unas semanas que leo a rachas y necesito lecturas adictivas).

Para resumir ideas y anticipar mi opinión, ha sido una buena lectura pero no la mejor. Creo que principalmente fue por la narración, ya que no me pareció muy intimista, sino que tiraba mas al humor (como puede ser normal en una romcom). Pero personalmente me infantilizaba la situación y no llegaba a conectar del todo con la historia ni con los protagonistas.

La verdad es que la historia es muy bonita, pero no termina de evolucionar a buen ritmo. Bree me sacaba de quicio en muchas ocasiones por su excusa para no terminar de creerse que Nathan siente algo por ella (y ese es el motivo que frena todo el romance). No terminaba de arrancar, aunque todo fuera muy obvio.

La narración, por ello, variaba entre las perspectivas de los protagonistas: Nathan y Bree. Creo que esto es una muy buena estrategia, pero viendo todo tan claro y que la trama no avanzaba... La verdad es que llega a frustrar en ocasiones (y más si, como digo, no se dan muchos motivos para frenar el romance).

Tiene mensajes muy positivos, una evolución destacable y un romance bastante sano.

Como he dicho, me ha parecido muy entretenida y he disfrutado con sus momentos de humor, pero no ha sido mi novela del año.

Las circunstancias de la vida personal en las que se lee un libro pueden producir efectos negativos en la percepción de la lectura y, aunque en unas circunstancias óptimas no se hubiese llevado tampoco una puntuación mayor, es que ahora miro el libro y me produce cierta aversión jajaja. Lo leí en unos días que estaba mala y, para rizar el rizo, después volví a ponerme mala, así que es mirar este libro incluso por las redes sociales y me llega en oleadas la sensación de malestar que tuve cuando lo estaba leyendo. Así que... en fin, muy objetiva no podrá ser esta reseña, pero se hará lo que se pueda.

Bree y Nathan son mejores amigos desde hace años. Antes de iniciar la universidad, con un parón durante esa etapa, y volviendo a lo que les unía cuando coincidieron de nuevo en la misma ciudad. Pero los dos no quieren ser amigos del otro, quieren mucho más porque llevan pilladísimos desde hace demasiado tiempo, ¿el problema? Que el otro desconoce esos sentimientos mutuos y, obviamente, no van a comunicarse entre ellos porque ¿qué pasa si la amistad se rompe y no vuelve a ser la misma? Pues con comunicación no pasaría nada, ¡es que encima tienen multitud de ocasiones para soltar lo que sienten! Pero no, claro que no van a decirlo hasta que el lector se canse de los rodeos de ambos, porque sino, no habría libro y pues así pierde la gracia.

Tiene clichés que me gustan mucho como el friends to lovers y el fake dating (especialmente este último), pero nacen de una premisa tan coja que no he podido ni disfrutarlos. al principio es gracioso verles evadir temas, caminar de puntillas metafóricas cada vez que se miran de otra manera, cuando algún roce casual produce unos latidos más rápidos o... yo qué sé, cuando saltan unas chispas súmamente evidentes entre ambos que podrían contarse que están jodidamente enamorados el uno por el otro; pero llega un punto en el que se vuelve cansino. No puedo con la falta de comunicación en los libros (bueno, y en la vida en general, pero eso es otro tema que no viene al cuento), entiendo que dé miedo enfrentarse a unos sentimientos que pueden no ser correspondidos y que pueden concluir en unas grietas dentro de una amistad, pero es que aquí los sentimientos que se profesan el uno por el otro son muuuuy evidentes, es de cajón ver que se están mintiendo el uno al otro con cada "amigo" y que, sin decirlo oficialmente, ya están sufriendo con esa amistad que ambos desearían que se convirtiese en romance.

NO SOPORTO LA FALTA DE COMUNICACIÓN. Y no, no me parece un cliché o algo que suele meterse porque es lo que pasa en la vida. En la vida eso también resulta frustrante y lleva al caos y la destrucción, se rompen más amistades (o la relación de turno que sea) por falta de comunicación que por decir las cosas con tacto y soltarlo. Ya lo he dicho.

La trama gira constantemente alrededor de lo mismo, de ambos con chispas a su alrededor, supuestamente fingidas para un público, pero que arden de verdad hasta ser jodidas cenizas renqueantes que desean ser comunicadas.

Bree es graciosa. O a veces lo intenta. al principio me encantó ese sentido del humor tan absurdo, las bromas que va soltando y los comentarios que dan el toque de comedia al romance, luego también se me convirtieron en cansinos, ya no sé si porque lo asocio a que estaba resfriada, a que la relación entre los protagonistas me desquiciaba o a que realmente su forma de ser comenzaba a resultar absurda realmente.

El desenlace no puede ser más previsible y estaría bien si no le hubiesen dado una atmósfera de película de Disney. Todo resulta súmamente adecuado y precipitado porque es lo que hay. le encaja mucho a la historia, no lo voy a negar porque estos personajes no podían ser más empalagosos y tener un final distinto, pero... como lectora me ha hecho poner los ojos en blanco del hastío.

En fin, ha sido entretenido y divertido, considero que va de más a menos y que dar constantes vueltas sobre lo mismo no le ha dado un buen resultado a la historia, pero... en fin, para pasar un par de días entretenidos no está mal, cumple con su cometido.

Una comedia romántica contada en primera persona por sus protagonistas, Bree y Nathan de forma alternativa y sin ningún orden, hay más contados por ella que por él. Tiene mucha chispa y sentido del humor, todas sus reflexiones y pensamientos no tienen filtro y te saca muchas sonrisas a lo largo de la lectura. También toca temas más serios como las perdidas, los miedos, la ansiedad y algunas enfermedades que te cambian la vida.
Tenemos una historia sobre unos mejores amigos que están enamorados prácticamente desde el principio, pasan por muchos momentos, juntos y por separado y a partir de una noche de fiesta todo se descontrola un poco. Es dificil animarse a dar el paso y perder esa complicidad y amistad que tienen, pero llega un momento que tienen que decidirse y ambos se lo plantean de diferentes maneras, ambos tienen sus reglas o lista de cosas por hacer y es muy divertido ver como lo llevan a cabo.
Todos ven lo que ellos se niegan a ver y el final ha sido muy bonito, como muy de cuento, perfecto y original.
No me gusta contar mucho de los libros, pero en este caso solo por la sinopsis ya se sabe de que va el libro y la verdad esta muy bien contado y escrito, se hace muy ameno y entretenido, tiene muchos dialogos chispeantes y en muchos casos con un toque picante, aunque no hay apenas escenas eróticas, tiene momentos cómicos como en cierta gala y en general me lo he pasado muy bien con ellos, son maravillosos los dos protagonistas y perfectos el uno para la otra.
Espero repetir pronto con esta autora y descubrir más de sus historias. Lo recomiendo.

Sarah Adams nos ofrece una entretenida comedia romántica, ambientada en Los Ángeles, y protagonizada por dos buenos amigos.

El sueño de Bree Camden es ser bailarina profesional. Pero esa puerta se cierra y decide ser profesora de baile.

Los padres de Nathan Donalson enfocaron la vida de su hijo hacia el deporte profesional, y el muchacho logra ser mariscal de campo en un equipo de fútbol americano.

Los chicos se hicieron buenos amigos en el instituto, pero sus caminos se separaron sin que pudieran confesar sus sentimientos. Cuatro años más tarde se reencuentran en Los Ángeles, y seis después siguen igual, sin saber lo que siente el otro y disimulando para no perder la amistad.

Pero un suceso inesperado les dará a ambos el empujón que necesitan, eso y sus respectivos amigos intentando unirlos, a veces con ideas descabelladas.

La historia es amena y el romance muy bonito. Tiene partes muy divertidas, sobre todo cuando los amigos entran en acción. Bree y Nathan son buenos personajes y buenas personas. La narración en primera persona nos permite conocerlos bien, aunque ella tiene más capítulos que él.

La novela es romántica y adictiva, tiene una prosa ágil y es fácil de leer. Es perfecta para pasar un par de tardes entretenidas mientras vemos cómo triunfa el amor.

Me lo he pasado muy bien leyendo este libro. En "Las reglas del juego" encontrarás un friends to fake dating to lovers que te hará reír a carcajadas. Cada capítulo lo narra uno de los protagonistas y la verdad es que gana mucho.
Bree lleva media vida enamorada de su mejor amigo, pero por no estropear su amistad, prefiere ocultárselo. Lo que no sabe es que a Nathan le pasa exactamente lo mismo.
Bree tuvo un accidente al finalizar el instituto y su sueño de ser bailarina profesional se truncó, y ahora tiene un estudio de danza para enseñar a jóvenes que no pueden permitirse una academia. Nathan es jugador profesional de la NFL y su vida es muy ajetreada, pero siempre guarda unas horas para pasarlas con su mejor amiga y ayudarla en todo lo que puede sin que ella se percate, porque es muy orgullosa.
Una noche de borrachera desencadenará una relación de mentira que tienen que mantener de cara al público y que de alguna forma, les acercará más.
Tengo que reconocer que soy más de enemies to lovers, pero esta historia es entretenida, tiene su salseillo, aunque el final no me ha gustado, creo que es precipitada la decisión que toman.
Lectura perfeta si queréis pasar un buen rato.