Aquí todos mienten

Como veis, un planteamiento que llama mucho la atención. Tenemos los mismos ingredientes a los que la autora ya nos tiene acostumbrados. Un entorno residencial de unos cuantos vecinos donde todos se conocen, algunos de vista, otros más "íntimamente", y todos saben algo de los demás, y también guardan secretos, porque detrás de la puerta de cada casa puede haber de todo. Ese es el juego que usa la escritora, crea un universo detrás de cada puerta, en cada casa y en cada familia, donde todos esconden algo, y por eso todos pueden ser sospechosos de cualquier cosa que suceda, incluso quien menos lo esperemos.

En las primeras páginas se nos van presentando los personajes, uno de los protagonistas (aunque lo serán todos en algún momento de la novela), será William Wooler, un eminente médico de la comunidad que está muy bien situado tanto socialmente como profesionalmente. Muchos lo admiran, pero tiene sus propios problemas. En concreto dos, que desde hace tiempo tiene una amante, y que tiene dos hijos, y Avery, la pequeña niña de 9 años tiene trastornos de conducta, básicamente es prepotente, descarada, consigue todo lo que quiere, chantajista, manipuladora... Una psicópata en potencia. Esa tarde, William llega a su casa hastiado de todo porque su amante acabe de abandonarle, algo que no esperaba para nada y ha sido una bofetada. No sabe qué hacer con su vida de ahora en adelante. Este estado de stress aumenta exponencialmente cuando llega a su casa y se encuentra allí a Avery, que se ha vuelto antes de las clases extraescolares sin esperar a su hermano mayor de 12 años, porque la han expulsado. En vez de sentirse mal por todo esto, parece extrañamente orgullosa de sus méritos, desafía a su padre cuando le pide explicaciones y éste le cruza la cara. Inmediatamente se arrepiente, no es el primer acceso de furia que tiene con su hija pero es que le supera, coge las cosas y se va porque necesita aire, y la deja allí. Todo se acelera cuando la madre de familia recibe una llamada de su hijo diciéndole que ha vuelto a casa y su hermana no está: ha desaparecido. Avisan al padre y vuelve a la casa. ¿Dónde ha estado William? No puede confesar que ha vuelto antes porque se supone que tenía que estar trabajando, tampoco que ha sido la última persona en ver con vida a Avery por motivos obvios. Los investigadores siempre desconfían de la familia cercana. Opta por callar y ver como se desarrolla todo. Pero el lector también tendrá la sospecha instalada en su mente, después del episodio al que hemos asistido entre padre e hija. ¿Ha podido pasar de un bofetón a mayores?.

A partir de aquí se crea este rompecabezas en el que la autora es toda una maestra, donde va entrelazando la investigación que llevan a cabo los oficiales con los pensamientos de todos los protagonistas, los interrogatorios, lo que piensan cada uno, lo que ocultan, y además cómo afecta todo a este vecindario, las disputas en cada casa con maridos, hijos y mujeres, porque todos empezarán a sospechar del que tienen más cerca, parece que todos tenían algo en contra de esa familia para hacer desaparecer a Avery o bien que a todos les beneficia de alguna manera su eliminación. Veremos cómo de ruin puede ser la gente, la maldad oculta y el egoísmo que todos tienen dentro, hasta acusar a un chico con THDA por preujicios absurdos. "Como es rarito, pudo haber sido él". Es muy fuerte ver como la gente por salvar su culo es capaz de las más auténticas locuras.

Lo más fácil es pensar que ha sido el padre, pero lo más evidente en este tipo de novelas no es lo que pasa. Aún así la autora puede enredarnos de tal manera que nosotros mismos vayamos metiéndonos en la madeja y que al final sí sea el padre, o quizás ese vecino adolescente con el que vieron un día a Avery? Ella misma irá dejando pistas, tiene un diario, a una amiga le dijo que tenía un novio... Recordemos que sólo tiene 9 años, y también que no hay que fiarse de ella por sus antecedentes. Precisamente Avery es una niña que por lo que vamos leyendo sobre ella, es difícil empatizar, y eso que este tipo de desapariciones o secuestros de niños son lo peor para mí como lectora al ser madre de una niña, pero es que a Avery te den ganas de quitarla de enmedio a tí mismo, es una niña insolente, que reta continuamente, que se ve que tiene maldad... A saber lo que ha pasado con ella y si el secuestrador no la devuelve a las dos horas porque es insoportable jajajaa. Creedme que no sabréis cómo es la dichosa niña y os sorprenderá!

¿Qué cosas nos van a enganchar de esta novela? Por supuesto la trama, el no saber nada de Avery nos tendrá en vilo durante toda la lectura, habrá un momento en el que nos dará igual cómo aparezca, pero querremos saber qué diantres ha ocurrido, quién ha sido y porqué. Compartiremos la angustia y desesperación de esa madre, e incluso del hermano, que se siente muy culpable. En cambio el padre estará más ocupado en ocultar sus mentiras para salvar su nombre social que otra cosa. Casi casi si no aparece la niña, para él es un alivio, aunque oleadas de remordimientos lo asaltan durante toda la historia. La madre es la que va a levantarse para averiguar cosas por su cuenta, va a enfrentarse a los vecinos, metiéndose incluso en problemas. Pero es que ese coraje de las madres es algo que va a resltar en esta novela, tanto con ella como otra madre que se pondrá en su lugar. Aunque siempre nos quedará la duda de si es cierto lo que muestran o es un papelón, porque lo que está claro es que, como muy bien reza el título, aquí todos mienten, o por lo menos el 90% de los personajes.

¿Vamos a encontrar ese tipo de giros argumentales que nos dejan con la boca abierta? Por supuesto que sí!!!! Y van a ser muchos! Porque todo el revuelo que se forma con la desaparición de la niña hace que cambien muchas cosas entre los vecinos y las familias de este barrio de Stanhope, y cuando pensemos que ya teníamos a alguien calado, vendrá algo que lo desmontará todo, y entonces pensaremos diferente, en fin, lo que es un thriller de esos que no dan tregua. Y por supuesto, el final es apoteósico, con una serie de acontecimientos que nos van a dejar flipando, es que no vamos a dar crédito jajajaja, os lo aviso! Por todo esto, tengo que recomendaros, no sólo este, sino todos los libros de la autora, ya que cuando pensamos que lo ha inventado todo con respecto al domestic noir, vuelve con una nueva historia que nos trae cosas que no hemos leído antes, y porque sus novelas van a volar en las manos del lector.
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Desde que escribió “La pareja de al lado” Shari Lapena se ha convertido en la reina del domestic noir, así que procuro leer todo lo nuevo que escriba porque son libros cuya lectura resulta muy ágil, cómoda y adictiva.
“Aquí todos mienten” sigue el mismo patrón. Un thriller frenético donde todos los personajes van a llegar a ser sospechosos, plagado de giros argumentales y con un final de “cierra la boca que entran moscas”
La trama transcurre en un barrio tranquilo, una urbanización donde nunca pasa nada fuera de lo común y donde todos los vecinos se conocen. Así es Stanhope. Y allí es donde viven los Wooler.
El padre de la familia, William Wooler está teniendo una aventura. Ese día regresa de su cita de muy mal humor, ya que su amante decide que la situación es insostenible y corta la relación. al llegar a casa, William se encuentra con su hija menor, Avery, de nueve años, quien debería estar en la escuela, con la que discute y acaba yéndose con el coche. Ese mismo día, Avery desaparece sin dejar rastro. ¿Dónde está la niña?
Con esta premisa, Shari Lapena ha vuelto a construir una historia que te hará dudar de todos, ya que logra manipular nuestra mente con su prosa.
Otro sello de identidad de la autora es que en sus novelas, lo más importante no son los personajes, sino el misterio que los rodea. Son personajes que aunque están bien construidos para realizar su rol en la historia, lo más probable es que en un tiempo los olvidarás, quedándote con la esencia de la novela: niña desaparecida y todos son sospechosos.
Hay bastantes personajes, pero los más destacables son la familia de Avery y la familia de Nora, la amante de William. Además hay vecinos, amigos y compañeros de la niña y todos juegan su papel. Como dice el título de la novela, todos mienten, todos tienen algo que ocultar y pueden ser sospechosos de la desaparición de la chiquilla.
La investigación la lleva una pareja de policías: Gully y Bledsoe, quienes se volverán literalmente locos con el caso, ya que ven que cada persona a la que investigan esconden algo, aunque no esté relacionado con la desaparición. Me ha hecho gracia su forma de trabajar, ya que los pobres iban de un sitio a otro escuchando versiones de posibles testigos, los cuales los mareaban yendo de aquí para allá.
“Aquí todos mienten” es una novela muy entretenida, enormemente adictiva, ya que el misterio está servido. Shari Lapena tiene el don de hacer que el lector se sienta parte del elenco de personajes, es como si fuésemos otro vecino más asomado detrás de las cortinas de la ventana de nuestra casa del barrio Stanhope. Y saca nuestro lado más cotilla, queriendo saber qué esconde nuestro vecino, sabiendo o al menos intuyendo que uno de ellos es el culpable de la desaparición de Avery. Esa sensación de cercanía hacia los personaje se acentúa por la forma en que está narrada, que es en tercera persona. Así que somos ese espectador que espera ávido de carnaza que llevarse a la boca.
Los thrillers de Lapena no son grandes joyas de la literatura, pero cumplen el objetivo de este tipo de novelas que no es más que entretener al lector planteándole un misterio con el que pensar y hacer sus cábalas. Además están bien escritos, su planteamiento es siempre un misterio y son los típicos “pasapáginas” en los que no puedes solo leer un capítulo y dejarlo para mañana, ya que son más bien cortos y te dejarán con ganas de leer otro más, lo que lo hace una novela muy ágil.
Todo lo que pueda decir de “Aquí todos mienten” es positivo, salvo un detalle que por no destripar la novela no pueda expresarme libremente. Pero es acerca de uno de los protagonistas, que no actúa conforme a su condición. Quien lo haya leído ya, sabrá de quién estoy hablando.
Por lo demás, “Aquí todos mienten” me ha parecido una novela casi redonda, que me ha mantenido pegada a sus páginas, en las que he sospechado hasta del narrador. Siempre es un placer leer a Shari Lapena, y aquí la espero para cuando escriba un nuevo libro. Sin duda lo recomiendo.

Viajamos a Stanhope para conocer a la familia Wooler.
William es el cabeza de familia. Ejerce como médico, está casado y tiene dos hijos, Michael de doce años y la pequeña y problemática Avery de nueve.
Su matrimonio no pasa un buen momento, las discusiones son recurrentes a raíz de los comportamientos de Avery y William ha buscado consuelo el los brazos de Nora, una voluntaria del hospital donde ambos trabajan.

La trama comienza cuando Nora pone fin a la relación con William. Este regresa a casa donde encuentra a Avery que debería de estar en el ensayo del coro, pero la han expulsado por su mal comportamiento. Tienen un altercado y William sale de la casa sin sospechar que podría ser la ultima vez que la vería.

Los policías Gully y Bledsoe investigarán la desaparición y no cesarán en su empeño en empeño de encontrar a Averly.

Para mí la autora es siempre una apuesta segura. Tenía muchas ganas de volver a leerla y por supuesto no me ha defraudado.
Un ritmo frenético, tensión, intriga y ganas de seguir pasando páginas para descubrir la verdad... ¡Tantas han sido mis ansias que lo he devorado en menos de veinticuatro horas!

La trama está perfectamente estructurada, no hay puntada sin hilo y todo hasta lo que de primeras pueda parecer irrelevante tiene mucha importancia.

La angustia y la desesperación de los personajes, su lucha por buscar la verdad y a su vez temiendo las consecuencias de lo que puedan descubrir me ha tenido completamente enganchada.

Varias tramas que terminan por unirse desembocando en un final donde me he llevado grandes sorpresas.

El sello de la autora no podía faltar y como siempre está en las ultimas páginas. ¡Maravilloso!

Un libro más de la autora que me ha encantado y que por supuesto recomiendo muchísimo tanto este como los anteriores.

William Wooler es un honrado padre de familia. Casado desde hace años con Erin, padre de Michael de 12 años y Avery de nueve, una niña con mucho carácter y bastante difícil. Es médico en el hospital de la ciudad y muy reconocido socialmente. Guarda un secreto, eso sí: desde hace un tiempo tiene una amante. Pero justo esa misma tarde ella rompe con él por lo que William vuelve pronto a casa. Allí se encuentra sola a Avery a quien han echado de la clase de coro y ha vuelto sola a casa a pesar de que lo tiene prohibido. William se enfada, los dos discuten y él pierde los estribos propinándole una bofetada. Luego se va de casa . A las pocas horas su mujer le llama diciendo que Avery ha desaparecido.

Creo que la primera vez que oí el término domestic noir fue referido a la primera novela de Shari Lapena publicada en España. Desde entonces he leído todo lo que ha publicado, todo del mismo género. Todos sus libros me han gustado; unas historias más que otras pero ninguna me ha decepcionado. Sé lo que busco en ellas y justo eso es lo que encuentro.

Como en todos sus libros, Shari nos ofrece una historia familiar que se desarrolla en un ámbito bastante cerrado. El escenario es una ciudad pequeña, tranquila, donde nunca pasa nada hasta que pasa. La calle donde viven los Wooler (y también la amante de William) es de esas que tienen casas grandes, pertenecientes a la clase media alta, con su jardín, su garaje y sótano. Donde viven familias tradicionales, profesionales de éxito. Yo siempre pienso en Wisteria Lane de “Mujeres desesperadas”; así me imagino el escenario.

Como en todas las novelas, el delito ocurre en un ámbito familiar. Aunque he de reconocer que en esta ocasión Shari hace un poco de trampa pues, tal y como empieza la novela, nos quiere hacer pensar que a William se le fue la mano y dio a Avery algo más que la bofetada de la que fuimos testigos. Pero una es ya lectora avezada y se niega a caer en la trampa por lo que pensará en cualquiera menos en William. Aunque, quién sabe, ella también es escritora avezada así que ha podido poner una trampa tan evidente para que no caigamos en ella y que al final resulte que sí, que lo más evidente es lo que es y eso es que el padre es el culpable. Ains, quién sabe. Lo único que sabemos es que estamos perdidos y que tendremos que seguir leyendo y hacerlo rápido para saber qué ha pasado con la pobre niñita.

Siempre me han atraído al mismo tiempo que repelido las novelas sobre desapariciones de niños. Qué angustia la de los padres, qué fácil ponerse en su lugar. Son novelas que atrapan e involucran, que emocionan. En este caso, además, no sabemos qué ha sido de Avery, al menos durante tres cuartas partes de la novela más o menos. En otras el lector sabe más que los personajes a través del alguna trama secundaria pero no es el caso: no sabremos qué ha sido de Avery hasta que la autora nos lo quiere contar así que estaremos en un sin vivir. Y luego también, la verdad.

El título del libro no puede estar mejor escogido porque todos o casi todos los personajes del libro mienten o, al menos, ocultan cosas. A los demás y a la policía qué mira que da rabia que ante delitos como este se callen cosas. Empezando por William que parece mentira que actúe como actúa cuando ir con la verdad por delante siempre da mejor resultado. Como todos mienten, es imposible confiar en nadie y las sospechas recaen sobre todos. Yo, al menos, no me pude decantar por un culpable claro.

Como todos los libros de esta autora, es un libro que se lee solo. Una facilidad de lectura asombrosa, muchísimo ritmo, mucho diálogo, giros y sorpresas. Los libros de esta autora no creo que estén nunca entre mis mejores lecturas del año; no son novelones ni pretenden serlo. Tan solo pretenden ser entretenidos, de consumo rápido y placentero, page-turner que llaman. Eso es lo que ofrecen y eso es lo que siempre obtiene el lector. Si habéis leído algún otro libro de la autora sabéis a qué me refiero. Si buscáis entretenimiento y enganche lector –lo que yo busco- Shari Lapena es apuesta segura.

Conclusión final

“Aquí todos mienten” es un libro que no podrás parar de leer. Una lectura realmente fácil y entretenida, perfecta para pasar un buen rato.
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¡Hola lectores!
Adentrarse en cualquiera de las novelas de Shari Lapena es todo un acierto. Horas de intriga y suspense a raudales, convierten a esta autora en la reina del “domestic noir”, por lo menos para mí.

El título de la novela no puede ser más acertado, “Aquí todos mienten”, pues parece que todos los miembros del pequeño barrio de Stanhope tienen algo que ocultar. Secretos y mentiras que corren el peligro de ser descubiertos.

Conoceremos a la familia Wooler, formada por William, médico, casado y padre de dos hijos, Michael de doce años y la pequeña y problemática Avery, de nueve.
El matrimonio no pasa un buen momento, el comportamiento de Avery dar lugar a discusiones y además William mantiene una aventura con una voluntaria del hospital donde trabaja.

La novela arranca cuando William regresa una tarde a casa, después de que su amante lo haya dejado, y encuentra a su hija pequeña, discute con ella y se va en coche. Lo que no sospecha es que quizás sea la última vez que la vea.

Así que tenemos una desaparición y un barrio pequeño en los que todos se conocen o creen conocerse. Dos familias implicadas, por un lado la familia Wooler y la familia de la amante de William, Nora y Al, que ven como un testigo implica a su hijo en la desaparición de Avery. ¡Menudo enredo!

Realmente las sospechas caen en todos, en los vecinos, en los propios padres de la niña, y serán los agentes Gully y Bledsoe los encargados de investigar y descubrir dónde está Avery.

Como siempre, nos encontramos con una trama adictiva y llena de tensión, muy bien estructurada y llena de detalles que, en principio parecen no tener importancia, pero luego adquieren todo el sentido.

Es magnífico como la autora hace que conectes con la angustia de los personajes en su búsqueda de la verdad y al mismo tiempo en esconder sus propios secretos.

Una historia muy en la línea de las anteriores novelas de Lapena y que cuenta con varios giros e historias que se entrelazan, hasta llegar a un final maravilloso y lleno de sorpresas. de esas novelas que no puedes parar de pasar páginas, la he devorado en poco más de un día.

Secretos, engaños, problemas domésticos, y muchas mentiras en esta vecindad y que harán la delicia de los que amamos a esta autora. ¿Conseguirán saber qué pasó con la pequeñ