Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Creo que el amor, como la eternidad, es una ambición. Una hermosa ambición de los humanos
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Creo que el amor, como la eternidad, es una ambición. Una hermosa ambición de los humanos
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Cuando lo imposible se quiere volver rutina, hay que dejarlo.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota.
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El viento de las horas de Ángeles Mastretta
Cada día anhelo menos cosas que no puedo tener. He ido encontrando muchas de las deseadas y otras ya no las quiero. Y de cuantos deseos imposibles tuve, sólo el tiempo y la intensidad necesaria para vivir parecen urgentes. Ese deseo de lo imposible se pierde con los años. Sin embargo, lo que deseamos con fuerza en la niñez, aún nos golpea de pronto con el placer de encontrarlo. |
La emoción de las cosas de Ángeles Mastretta
Los emigrantes son polvo de estrellas, sal de la tierra, árboles con alas.
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El cielo de los leones de Ángeles Mastretta
Nadie más dispuesto a creer que un avión de papel puede cruzar el mundo, ni más apto para viajar en los entresijos del barquito que soltamos sobre una fuente, que un adulto desencantado.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Ay hija, ¿ sino he podido creer en la verdadera religión, como quieres que crea en una falsa?
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Tenía la espalda inquieta y la nuca de porcelana, Tenía un pelo castaño y subversivo, y una lengua despiadada y alegre con la que recorría la vida y milagros de quien se ofreciera.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Cuando la tía Carmen se enteró de que su marido había caído preso de otros perfumes y otro abrazo, sin más ni más lo dio por muerto.
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Arráncame la vida de Ángeles Mastretta
Tu problema es que te gustan los que tienen pinta de cabrones, y al final lo son...
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Desde antes de que él se lo pidiera, ella había comprometido su cuerpo lleno de luciérnagas con el hombre que se las había puesto en revuelo.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
Hay muchas maneras de dividir a los seres humanos. Yo lo divido entre los que se arrugan para arriba y los que se arrugan para abajo, y quiero pertenecer a los primeros. Quiero que mi cara de vieja no sea triste, quiero tener las arrugas de la risa y llevármelas conmigo al otro mundo. Quién sabe lo que habrá que enfrentar allá.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
No arruines el presente lamentándote por el pasado ni preocupándote por el futuro.
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Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta
-Ay, hija- le contestó su madre, acariciándola mientras hablaba-, si no he podido creer en la verdadera religión ¿cómo se te ocurre que voy a creer en una falsa?
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¿Quién escribió la saga?