Apegos feroces de Vivian Gornick
Las reglas estaban puestas, y ninguna decepcionaba a la otra. Cada una picaba constantemente en el cebo que la otra le ponía delante.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Las reglas estaban puestas, y ninguna decepcionaba a la otra. Cada una picaba constantemente en el cebo que la otra le ponía delante.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Lo que digo es que hoy en día el amor hay que ganárselo, incluso entre madres e hijos.
|
|
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Nuestros mejores momentos juntas son cuando hablamos del pasado. Yo le digo: "Mamá, ¿te acuerdas de la señora Kornfeld? Cuéntame esa historia otra vez", y ella se recrea contándomela de nuevo. (Lo único que odia es el presente; en cuanto el presente se hace pasado, comienza a amarlo inmediatamente). Cada vez que cuenta la historia, es la misma y también es completamente distinta, porque cada vez que la oigo soy más mayor y se me ocurren preguntas que no le hice la última vez.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
–Mamá, si fuese ahora y papá te dijese que no trabajases, ¿qué harías? Se me queda mirando un buen rato. Tiene ochenta años. Sus ojos están apagados, su pelo es blanco, su cuerpo es frágil. Toma un sorbo de té, deja la taza y dice tranquilamente: –Le diría que se fuese a la mierda. |
Apegos feroces de Vivian Gornick
📌"A estas alturas ,no soy un personaje de un relato de Doris Lessing,soy un relato de Doris Lessing"
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Éramos personas que sabíamos salir adelante; nunca dudó de que encontraría el modo. No, lo que la sacaba de quicio, y nos dividía, era que yo pensase por mi misma.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
El melodrama de la represión, la malicia de la pasividad, la ira por la ausencia de poder, todo estaba concentrado en aquellas palabras y lo supe desde la primera vez que las oí
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Incapaz de obtener lo que esperaba de la vida, lo que pensaba que le hacía falta, lo que sentía que le era debido, mi madre desapareció bajo un manto de infelicidad
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Permanecimos atrapados en un abrazo que provocaba que de vez en cuando nos mirásemos a la cara el uno del otro
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Mamá rinde culto al altar del Amor, pero su eterno aburrimiento lo dice todo
|
Mirarse de frente de Vivian Gornick
Todo el que se ha molestado alguna vez en indagar en la naturaleza de la soledad humana ha entendido que sólo la mente trabajadora de uno mismo quiebra la soledad del ser.
|
Mirarse de frente de Vivian Gornick
Pronto sería dueña de mí misma; en cuanto fuera dueña de mí misma, sería dueña de todo.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
El portero y su mujer tampoco eran muy habladores. Nunca se dirigían de primeras a nadie. Eso es lo que conlleva, supongo, ser unos pocos entre muchos: quedas silenciado.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
–Le tengo envidia –me espeta mi madre–. Le tengo envidia porque vivió su vida. Yo no viví la mía.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Entonces llegó un día en el que también vi que aprender a vivir sin futuro es un ejercicio estéril: lo que parece vida en un jardín vallado es en realidad vida en el patio remozado de una prisión.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
Lo amaba, de verdad lo amaba. Pero solo hasta cierto punto. Más allá de ese punto, había algo opaco en mí que no cedía.
|
Apegos feroces de Vivian Gornick
La atmósfera de nuestras primeras discusiones nunca se disipó, poco a poco nos acostumbramos a ella como se acostumbra uno a un peso sobre el corazón que constriñe la libertad de movimiento pero que no impide la movilidad: muy pronto, caminar contraído se vuelve natural. [...] No solo vivimos con ello, sino que caímos en el hábito de describir nuestra dificultad como una cuestión de intensidad. La dificultad era crónica, no ocasional. |
Apegos feroces de Vivian Gornick
Años más tarde, llegué a considerar que la honda y abúlica pasividad de aquella época se había convertido en el diseño marcado a fuego en mi piel, mientras que el tejido de mi propia experiencia se había fundido hasta desaparecer.
|
Gregorio Samsa es un ...