Hace años, en mi adolescencia, leí por primera vez "Los Renglones Torcidos de Dios", de Torcuato Luca de Tena, causándome, recuerdo, una honda impresión. Decidí, hace unos días, gracias a una de vuestras recomendaciones, rescatar ese manoseado ejemplar de bolsillo que compró mi madre (¡hola mamá!) a finales de los 90, para volver a sumergirme en las peripecias de Alice Gould, después de ingresar, aparentemente de forma voluntaria, en un sanatorio mental para llevar a cabo una investigación encargada por un cliente.
Esta novela asombra desde el prólogo, a cargo del Dr. Juan Antonio Vallejo-Nágera, donde resalta el valor e implicación del escritor que, para documentarse exhaustivamente, decide, igual que Alice Gould, ingresar como enfermo, de forma ordinaria, trámites incluídos, en un sanatorio mental, conviviendo con el resto de pacientes, y observando y documentándose minuciosamente,
para relatar en su obra, cada uno de los trastornos mentales de los que es testigo durante su estancia.
En mi opinión aunque no es una obra reciente (la primera edición es de 1979), sí la considero una lectura imprescindible, tanto por la hábil pluma del autor, como por la credibilidad del universo creado en sus páginas, consecuencia de la intensa e inmersiva tarea de documentación llevada a cabo, y cuya aura mantiene intacta a lo largo de toda la novela, haciéndonos dudar constantemente acerca de si Alice Gould realmente entra por su propia voluntad para llevar a cabo el encargo recibido, o si, por el contrario, todo su discurso es fruto de un delirio y padece realmente un grave trastorno mental.
Enlace:
https://www.instagram.com/p/..