Lores y damas de Terry Pratchett
Belleza. Gracia. Eso es lo que importa. Si los gatos parecieran ranas, enseguida nos daríamos cuenta de lo desagradables y crueles que son esos pequeños bastardos.
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Lores y damas de Terry Pratchett
Belleza. Gracia. Eso es lo que importa. Si los gatos parecieran ranas, enseguida nos daríamos cuenta de lo desagradables y crueles que son esos pequeños bastardos.
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Cavadores de Terry Pratchett
Por supuesto, había un montón de preguntas, pero de momento no importaban las respuestas; bastaba con disfrutar de las preguntas y saber que el mundo estaba lleno de cosas sorprendentes, y que él no era ninguna rana.
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Cavadores de Terry Pratchett
El mundo ya era suficientemente complicado son necesidad de que nadie fuese por ahí tratando continuamente de mejorarlo.
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Cavadores de Terry Pratchett
Había tenido que obligar a los gnomos a pensar de manera distinta para abandonar la Tienda. Los cambios eran necesarios. Cambiar estaba bien. Él estaba por completo a favor de los cambios. A lo que era absolutamente reacio era a que las cosas no siguieran como estaban. |
Brujas de Viaje de Terry Pratchett
Hay montones de lugares que son igual que el hogar. Pero solo uno de ellos es el lugar donde vives.
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Brujas de Viaje de Terry Pratchett
Una mente humana es una nube tormentosa, un relampagueante conjunto de pensamientos, todos ellos ocupando una cantidad limitada de procesamiento cerebral. Es casi imposible averiguar qué piensa su propietario que está pensando, entre la contaminación de los prejuicios, los recuerdos, las preocupaciones, las esperanzas y los temores.
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Brujas de Viaje de Terry Pratchett
La gente cree que son las personas las que dan forma a los cuentos. En realidad, es justo al revés.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Pero, por fin se me ocurrió que tarde o temprano todos los hombres deben morir. Al final, todo muere. «Pueden retrasarme, pero no evitarme», me dije. «¿Por qué preocuparse?»
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Papá Puerco de Terry Pratchett
-¿Quién es usted? -Ah, pues me alegro de que me lo preguntes. ¡Soy tu peor pesadilla!- Dijo Teatime alegremente. El hombre se estremeció -¿Se refiere...a la del repollo gigante y esa cosa parecida a un cuchillo que runrunea? |
El color de la magia de Terry Pratchett
Un doble arco iris empezaba a aparecer. Cerca del inicio de la Catarata Periférica estaban los siete colores menores, que chispeaban y bailaban entre la espuma de los mares moribundos. Pero palidecían en comparación con la franja más ancha que flotaba tras ellos, sin dignarse a compartir el mismo espectro. Era el Color Rey, del cual todos los colores menores eran simples reflejos parciales e insulsos. Era el octarino, el color de la magia. Estaba vivo, brillante y vibrante. Y era, sin discusiones, el pigmento de la imaginación: porque, allí donde aparecía, indicaba que la simple materia estaba al servicio de los poderes de la mente mágica. Era la esencia misma del encantamiento. Pero a Rincewind siempre le parecía una especie de púrpura verdoso. |
El color de la magia de Terry Pratchett
La desaparición brusca de varios quintillones de átomos, de un universo en el que todos modos no tenían derecho a estar, provocó al instante un desequilibrio en la armonía de la totalidad, que esta intentó compensar a la desesperada, aunque acabó con unas cuantas subrealidades en el proceso. Grandes oleadas de magia pura hirvieron incontrolables bajo los mismos fundamentos del multiverso, y escaparon por cada ranura posible hacia dimensiones más tranquilas. A su paso, provocaron novas, supernovas, colisiones estelares, la emigración de bandadas de gansos y el hundimiento de continentes imaginarios. Al otro extremo del tiempo, algunos mundos presenciaron puestas de sol de un crepitante color octarino, cuando partículas con una fuerte carga mágica atravesaron rugientes la atmósfera. En el halo cometario que rodea el Sistema Gélido de Zeret, un noble cometa murió como un príncipe, atravesando en llamas el cielo.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Desde que tenía dos años, le habían cautivado las imágenes de aquellas bestias que aparecían en El Libro Octarino de las Hadas. Su hermana le había dicho que no existían en realidad, y él recordaba la amarga decepción que sufrió. Decidió que, si en el mundo no se encontraban aquellas hermosas criaturas, el mundo no era ni la mitad de bueno de lo que podría ser. Y más tarde, cuando empezó a trabajar como aprendiz con Ninereeds, el Maestro Contable, cuya mentalidad gris era todo lo que no eran los dragones, ya no le quedó tiempo para soñar.
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El color de la magia de Terry Pratchett
—Claro —asintió Rincewind—, Lo que más les gusta a los héroes son ellos mismos.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Entonces, la Muerte recordó lo que iba a suceder aquella misma noche. No sería correcto decir que sonrió, ya que, en cualquier caso, sus rasgos estaban perpetuamente congelados en una sonrisa calcárea. Pero empezó a tararear una tonadilla, tan alegre como el entierro de un apestado, y —deteniéndose solo para robarle la vida a una mosca de mayo, y una de sus nueve vidas a un gato que se escondía cobardemente bajo la caseta de pescado (todos los gatos ven el octarino)—, la Muerte giró sobre sus talones y echó a andar hacia el Tambor Roto.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Muchas veces se ha dicho que, aquellos que son sensibles a la radiación del octarino —el octavo color, el Pigmento de la Imaginación— pueden ver cosas que resultan invisibles para los demás.
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El color de la magia de Terry Pratchett
—No me has comprendido bien —dijo el mago con voz fatigada—. En cualquier otro momento, me darías tanto miedo que me temblarían las rodillas, pero es que ahora tengo una sobredosis de terror. No te preocupes; cuando lo supere, tendré tiempo de asustarme convenientemente de ti.
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Brujas de Viaje de Terry Pratchett
Se acabaron los cuentos. Se acabaron las hadas madrinas. Sólo habrá personas que decidirán por sí mismas. Para bien o para mal. Acertando o equivocándose.
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Brujas de Viaje de Terry Pratchett
No se puede ir por ahí construyendo un mundo mejor para la gente. Sólo la gente puede construir un mundo mejor para la gente. Si no, es solamente una jaula.
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Papá Puerco de Terry Pratchett
Los caballos, en opinion de la Muerte, no tenian que sonrreir. Cuando un caballo sonrreia era porque estaba tramando algo.
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¿En que año nació Marcel Proust?