Rechicero de Terry Pratchett
Quiero decir, dijo Ipslore amargamente, ¿qué hay en este mundo que realmente hace que valga la pena vivir? La Muerte pensó en eso. GATOS, dijo al rato. LOS GATOS SON AGRADABLES. |
Rechicero de Terry Pratchett
Quiero decir, dijo Ipslore amargamente, ¿qué hay en este mundo que realmente hace que valga la pena vivir? La Muerte pensó en eso. GATOS, dijo al rato. LOS GATOS SON AGRADABLES. |
Mascarada de Terry Pratchett
Las personas que no necesitan gente necesitan gente a su alrededor para saber que son el tipo de personas que no necesitan gente.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Como bien sabía por experiencia, sólo era cuestión de tiempo que el equilibrio del universo volviera a sus cauces normales y empezaran a sucederle las cosas terribles de siempre.
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El color de la magia de Terry Pratchett
En el Gremio de Asesinos, la promoción se efectuaba mediante examen competitivo, y la práctica era la asignatura más importante. Para ser exactos, la única.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Jamás se le habría ocurrido negar que era un cobarde y un incompetente, que ni siquiera se daba buena maña para fracasar.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Éste había optado por un método de monta que implicaba caerse de la silla cada pocos segundos.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Ser la mano derecha de Ymor era como si te azotaran amablemente hasta la muerte con cordones perfumados de zapatos.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Pues tienes un rostro que engaña. Yo que tú, lo controlaría.
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El color de la magia de Terry Pratchett
- ¿Qué es lo que más les gusta a los héroes? - ¿El oro? -No... Lo que más les gusta a los héroes son ellos mismos. |
El color de la magia de Terry Pratchett
Cualquiera le habría tomado por un simple aprendiz de hechicero que había escapado de su maestro por rebeldía, aburrimiento, miedo o un gusto persistente por la heterosexualidad.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Los Altos Antiguos, ante quienes hasta los dioses tenían que responder, tomaron drásticas cartas en el asunto. Los dioses se vieron relegados a las zonas superiores, los hombres fueron recreados bastante más pequeños, y buena parte de la vieja magia fue arrancada de la tierra. Esto no resolvió el problema de aquellas zonas del disco que, durante las guerras, habían sufrido el impacto directo de un hechizo. La magia fue desvaneciéndose lentamente, a lo largo de los milenios. Y, al descomponerse, liberó miríadas de partículas subastrales que distorsionaron gravemente la realidad circundante...
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El color de la magia de Terry Pratchett
Demasiado fanfarrón para ser un mago de tercera -murmuro. No me has comprendido bien -dijo el mago con voz fatigada-. En cualquier otro momento, me darías tanto miedo que me temblarían las rodillas, pero es que ahora tengo una sobredosis de terror. No te preocupes; Cuando lo supere, tendré tiempo de asustarme convenientemente de ti.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Algunos piratas conseguían la inmortalidad por sus grandes crueldades o proezas. Otros conseguían la inmortalidad gracias a la gran riqueza amasada. Pero el capitán había decidido mucho tiempo antes que quería alcanzar la inmortalidad por no haber muerto.
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El color de la magia de Terry Pratchett
En lo más profundo de su mente, un mal presentimiento empezaba a cobrar forma. Por ejemplo, imaginó cómo se sentiría un zorro enfrentado a un rebaño de ovejas furiosas. Unas ovejas que, además, podían contratar a lobos.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Hemos entrado en una zona con un alto índice de magia. No me preguntes cómo. Había una vez un campo mágico verdaderamente poderoso que debió de generarse aquí, y estamos notando los efectos secundarios. -Exacto -dijo un arbusto al pasar.
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El color de la magia de Terry Pratchett
El demonio tosió, inquieto (los demonios no respiran. Pero cualquier ser inteligente, respire o no, tose inquieto en algún momento de su vida. Y, por lo que veía el demonio, éste era uno más que adecuado).
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El color de la magia de Terry Pratchett
Estaba muy bien apoyarse en la lógica pura, decir que el universo estaba regido por la lógica y la armonía de los números, pero lo obvio era que el disco atravesaba el espacio a lomos de una tortuga gigante, y que los dioses tenían la costumbre de rondar por las casas de los ateos para destrozarles las ventanas.
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El color de la magia de Terry Pratchett
En opinión del mago, los dragones debían existir del todo o no existir en absoluto. Un dragón que sólo existía a medias era peor que cualquiera de los dos extremos.
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El color de la magia de Terry Pratchett
Si se organizara el caos más completo, este tipo se subiría a una colina bajo una tormenta de truenos, con una armadura de cobre empapada, gritando "¡Todos los dioses son unos bastardos!
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Buenos presagios de Terry Pratchett
A través de los años, a Crowley se le había hecho cada vez más difícil dar con algo demoníaco que destacara del trasfondo natural de maldad generalizada. En alguna ocasión, en el milenio anterior, había estado a punto de mandar un mensaje Allá Abajo para decir: Mirad, más vale que lo dejemos estar, que nos olvidemos de tanto Desastre y de tanto Pandemónium y todo lo demás, y que nos larguemos de aquí, porque no les podemos hacer nada que ellos no se hayan hecho ya, porque además inventan cosas que a nosotros jamás se nos hubieran ocurrido siquiera, que normalmente tienen que ver con electrodos. Tienen lo que a nosotros nos falta. Tienen imaginación. Y electricidad, claro.
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¿Quién escribió la saga?