El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
"Los ojos de mi madre lloraban dentro"
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
"Los ojos de mi madre lloraban dentro"
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
No te puede faltar lo que no has tenido jamás.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Me acuerdo de mi madre todos los días.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Callábamos ambos casi gritando, y nuestro silencio era más pesado que cualquier ruido. Sabía que lo que sucediera más adelante ese día y ese verano sería para siempre |
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
𝕾𝖎 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊 𝖙𝖚𝖛𝖎𝖊𝖗𝖆 𝖊𝖓 𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖑𝖆 𝖔𝖕𝖎𝖓𝖎ó𝖓 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖉𝖊𝖒á𝖘, 𝖒𝖔𝖗𝖎𝖗í𝖆 𝖒𝖚𝖈𝖍𝖆 𝖒á𝖘 𝖌𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖆𝖉𝖊𝖈𝖚𝖆𝖉𝖆.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
...me había apartado de un puntapié como a un perro cuando yo estaba dispuesto a ser un perro solo por sus caricias.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Los ojos de mi madre eran mis historias no contadas.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Le dije que ese cuadro iba a venderse, que se vendería con toda seguridad, e incluso por mucho dinero, porque los seres humanos están destrozados y buscan cosas destrozadas. Porque los seres humanos están enfermos y podridos y lo saben, pero fingen solo por miedo estar sanos y ser buenos. Y porque así es más fácil. Pero no todos pueden esconderse siempre. Y a veces toda su maldad y su enfermedad y su deformidad irrumpe y ellos se sienten mejor y más felices, incluso aunque los de alrededor los condenen y lloren por ellos de pena. |
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Sentía que había llegado al límite de mis fuerzas, necesitaba claridad. El problema era que no quería verla muerta —de hecho, creo que era la primera vez en todos aquellos años en que no quería algo así—, pero no soportaba ya tanto sufrimiento. Y eso lo decía precisamente yo: un niño que había crecido toda su vida sin amor.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
(…) quería estar en ese mismo instante con mi madre, teletransportarme, desaparecer —cualquier cosa—, pero estar junto a ella. Rebobinar ese verano como una cinta y volver al día en que vino —gorda y bajita— a recogerme en la escuela por su cumpleaños. Desodiarla y decirle que tenía unos ojos preciosos antes de que ella me lo preguntara.
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El jardín de vidrio de Tatiana Tibuleac
Hay en el mundo gente así, gente que, si no cuenta cosas, no puede vivir. Para ellos, para esa gente siempre hermosa y a menudo loca, la vida debe ser una historia.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
los seres humanos están destrozados y buscan cosas destrozadas.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Una chaqueta fea y barata atrae más ropa fea y barata. Un sopapo perdonado acarreará un puñetazo y una mentira admitida se transformará en un cementerio de verdades.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
No te puede faltar lo que no has tenido jamás. No puedes transformar un vacío en algo lleno si no crees.
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El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Los ojos de mi madre eran mis historias no contadas
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Tatiana Tibuleac
Callábamos ambos casi gritando, y nuestro silencio era más pesado que cualquier ruido. Sabía que lo que sucediera más adelante ese día y ese verano sería para siempre.
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Tatiana Tibuleac
Quería que la muerte se doblegara a mi voluntad, poder invocarla en cada segundo sin esfuerzo y sin coste.
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El jardín de vidrio de Tatiana Tibuleac
A veces pienso que, si os odio un centímetro más, mi odio formará un círculo completo y llegará el amor. Ese centímetro es lo que más miedo me da, por eso motivo lo aplazo todo.
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El jardín de vidrio de Tatiana Tibuleac
Hay gente que vive feliz con menos: menos opciones, menos objetos y menos respuestas. Cuando les das dos en lugar de uno -a esa gente-, los cargas como si fueran sacos.
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Gregorio Samsa es un ...