El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Callábamos ambos casi gritando, y nuestro silencio era más pesado que cualquier ruido. Sabía que lo que sucediera más adelante ese día y ese verano sería para siempre |
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac
Callábamos ambos casi gritando, y nuestro silencio era más pesado que cualquier ruido. Sabía que lo que sucediera más adelante ese día y ese verano sería para siempre |