Somos el último verano de Susanna Herrero
Tengo un montón de capas. Más capas que cualquiera. Son mis capas de pintura. Así me gusta llamarlas. Qué original soy. Pero me la suda. Sin ellas, tengo la sensación de vivir a corazón abierto. Y no se puede ir por la vida a corazón abierto. Ya solo la lluvia que cayera desde el cielo lo empaparía, arrugaría y oprimiría. Ya solo la lluvia... Sustituyámosla por truenos, relámpagos o, mucho peor: por actos humanos. Sería un desastre, y no me lo puedo permitir, así que... Capa. Capa. Capa. |