Aquel último verano de Susanna Herrero
El paso del tiempo y el proceso de madurez natural de las personas hacen que veamos las acciones de diferente manera. Acciones que en un momento dado no entendemos, ya sea porque somos aún muy aprendices en el juego de la vida o porque estamos pasados de vueltas, de repente cobran sentido. Y que me tilden de simple, pero alguien que hace maldades, alguien que abusa de la vulnerabilidad de otro alguien, no es buena persona. No necesita saber más.
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