Un amante de ensueño de Sherrilyn Kenyon
Contempla al maldito. Julian de Macedocia. Apriétalo contra tu pecho y pronuncia su nombre tres veces cuando llegue la medianoche bajo la luz de la luna llena. Él vendrá a ti y, hasta la siguiente luna, su cuerpo estará a tu disposición. Su único objetivo será complacerte, servirte. Saborearte. Entre sus brazos aprenderás el verdadero significado de la palabra paraíso. |